Mitos y Leyendas Peruanas

El candelabro

Esta historia es de esas que la escuchas de un familiar, y él la escucho de un conocido, y ese conocido lo escucho de otro conocido.

Hace ya muchos años, en un pequeño pueblo de Huancayo, se tenia la costumbre de estar en casa antes de que anochezca, porque creían que durante estas horas, los fantasmas deambulaban "a sus anchas". Es justamente en este pueblo que vivía una mujer costurera que tenia la costumbre de quedarse despierta hasta muy tarde, para terminar sus trabajos; y es en una de esas noches que tocan a su puerta.

(toc, toc,, toc)

¿Si? ¿quien es?- pregunta nerviosa la mujer.

Un grupo de hombres con trajes oscuros era lo que veía la mujer.

Disculpe, señora- dice uno de ellos- nosotros queríamos pedirle un pequeño favor.

¿si?- responde ella.

Lo que pasa es que... queríamos que nos guardara esto- dijo él.

La mujer observo detenidamente el objeto frente a sus ojos y vio que era un  candelabro de oro, que tenia la apariencia de tener muchos años.

¿Porque?- dijo ella con un tono firme.

Porque es un artefacto valioso y nosotros nos estamos quedando en un hotel y pensamos que un lugareño podría ayudarnos con nuestra preocupación- respondió.

Ella al observar al hombre por un momento, respondió "esta bien".

Todos los hombres le agradecieron y le dijeron que volverían la noche siguiente.

A la noche siguiente, la mujer como acostumbraba, trabajaba entre pestañeos, pero de un momento a otro...

(toc, toc, toc)

Ella se sobresalto y luego fue a la puerta.

¿Si? ¿quien es?- dijo mientras abría la puerta.

Hola señora- dijo el hombre.

La señora lo vio y reconoció al hombre, era el hombre de la noche anterior, pero había algo diferente en él, no solo en él, también el los otros que lo acompañaban, que cargaban un ¿ataúd?.

Hemos venido por el candelabro- continuo el hombre con un tono seco.

La señora se apresuro a traer el objeto mientras pensaba "una vez que se lo entregue, me olvidare de esto"

Ella fue al cajón en el que lo había guardado pero al sacarlo..

¡AHHHH...!!!!- se oyó un grito.

El candelabro no era otra cosa mas que un brazo humano, ella lo soltó y cayo al suelo, no le dio tiempo de reaccionar cuando los hombres entraron apresuradamente y la empezaron a meter al ataúd. Ella forcejeo pero no pudo con ellos; uno de ellos cogió el brazo que antes fue un candelabro y le indico al resto de hombres que siguieran el camino fuera de esa casa,pero antes de cerrar la puerta dijo "hemos terminado aquí" y nunca se volvió a ver a la mujer.

La gente de este pueblo le ha ido restando importancia a esta historia, pero algunos dicen que por las noches se escucha a una mujer pidiendo ayuda.