LA MANZANA DE ORO

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El portal tiene un escudo protector que es esa luz azulada que viste hoy alrededor de la casa. Este poder del escudo, viene por la comunión de las almas que viven ahí, por eso cada uno que llega al hogar llega por algo, pero hay un problema. El escudo se puede debilitar. Cuando ese ramillete de almas que son los guardianes se dividen, se debilitan y es ahí, por esa fisura, por donde entra. Sus almas se oscurecen, se debilitan y eso es lo que necesita. En el mundo en el que ustedes viven el amor es un milagro, una excepción a la regla. Nadie escucha a nadie, viven en la paranoia, donde el otro es siempre una amenaza y así paranoicos y desconfiados viven cada uno en su propia isla. Y una vez aislados son vulnerables, endebles y ahí, a través de esas fisuras, de esas debilidades, se filtra la oscuridad. Como el caballo de Troya, que entró inocentemente en el corazón de la ciudad y desde allí, desde su interior, la destruyó. No hay nada más fuerte que la unión de las almas y no hay nada más débil que un montón de individualidades. Están todos conectados, unidos por un lazo invisible; si uno cae, arrastra a todos. Claro, el problema es que siempre se dan cuenta demasiado tarde y una vez desterrado el amor, la oscuridad es ley. No hay tiempo, pero hay veces en que ya es demasiado tarde. Cuando se está destinado a la grandeza, a la superioridad, hay que aceptarlo. Cuando uno sabe que es el más lindo, el más bueno, el más talentoso, cuando uno sabe que es el mejor, no discute, simplemente lo sabe. Hoy murió el que creías que eras, hoy nace el verdadero. No mires atrás, solo avanza. Avanza hacia tu destino de gloria. ¿Sabes cómo empezó la guerra de Troya? Todo empezó con una manzana de oro. Tú vas a desatar la guerra de Troya en el hogar. Esos paquetes, son nuestras manzanas de oro. Un día, hubo una fiesta en el Olimpo, todos los dioses y diosas estaban invitados, menos Herís, la diosa de la discordia, por obvias razones. Herís, furiosa, decidió arruinarles la fiesta. Para eso envió una manzana de oro con una inscripción que decía "para la más linda". Las diosas empezaron a competir por ser la más linda. La discordia estaba sembrada. Decidieron recurrir a un humano, para dirimir la cuestión, así fue que llamaron a Paris, príncipe de Troya. Las diosas, quisieron sobornar a Paris. Era, le ofreció reinar sobre Asia y Europa, Atenea, habilidad militar y fama y Afrodita, le ofreció la mujer más hermosa de la tierra. Paris no lo dudo, eligió a Afrodita como la más linda. Las otras diosas se enfurecieron. Afrodita, entonces, le dio a Helena, la mujer más hermosa de la tierra. Ambos, se enamoraron de inmediato y Paris, la rapto y la llevo a Troya, desatando así, la ira de Menéalo, su esposo. Menéalo emprendió la cruzada hacia Troya, para vengarse de Paris y allí, comenzó la guerra que duro 10 años y que destruiría Troya, todo, por una manzana de oro.



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