Capitulo 02

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- ¿Y bien? ¿Y yo qué? -me preguntó.
-¿Huh? -Yo le di un rápido vistazo. -oh. Si. Eres tú.
Sus ojos se agrandaron por la sorpresa.
-Mierda. Supongo que esperaba una recepción más cálida. -Jin pisó el acelerador y llegamos a la avenida. -Solo han pasado tres años desde la última vez que nos vimos.
Suspiré.
-Lo siento. Me siento mal dejando a mi padrastro solo esta noche.
Él gimió y me dio una mirada de reojo.
-Si. Eso es una mierda. ¿Tienes noticias de tu mama?
-No-como sospechaba, todo el pueblo lo sabía.
-Demonios.
-Sí, bueno. -Limpiando mi garganta. -Bueno, ¿vamos a ver a Jen y a Brian en el restaurante? -Traté de actuar como si me importara. Íbamos a cenar con dos de nuestros amigos de la secundaria. El padre de Jen era el propietario del restaurante donde íbamos a comer, "Chez Luis". Había comido allí mil veces, por lo general de forma gratuita. Comer allí una vez más, simplemente no se me antojaba una cosa muy importante, no importaba que me fuera a reunir con ellos.
Después de una conversación artificial con Jin todo el camino al restaurante, y mis muchos intentos, muchos de cambiar el tema de mi jodida situación familiar, finalmente llegamos al restaurante. Les di un abrazo a Jen y a Brian en cuanto los vi. Se hizo evidente que iba a pasar la mayor parte de mi noche, haciendo caso omiso de las miradas de Brian. Ya que deseó tocar mi top de seda rojo varias veces y sus ojos casi nunca salieron de mis pechos. Jen no podía dejar de hablar acerca de que tan lago tenía mi cabello y me preguntó qué tipo de acondicionador era el que usaba.
Me pase toda la noche bebiendo vino, deseando estar en otro lugar. No podía dejar de pensar acerca de mi padrastro, y el aspecto pobre y solitario de sus ojos. Solía tener muchos amigos, y muchos de ellos lo habían rescatado cuando mamá se fue. No fue por eso que no estuve a su lado. Sino a que me sentía incómoda y no sabía cómo manejar lo que pasó. Mis hermanastros, Jazmyn y Jason, habían desaparecido la mayor parte del tiempo en la universidad. Y papi estaba solo en casa. Cuando más tiempo me senté con mis amigos, a tener una conversación sin sentido y comer comida mediocre, peor me sentía.
Tuve que terminar la noche. Jin parecía un poco enfadado cuando le pedí que me llevara de regreso a casa. Sabía que quería sentarse en una de las mesas exteriores y hablar toda la noche, pero no podía hacerlo. Le dije que si él no quería llevarme, podía llamar a Jimin para que me recogiera él mismo. Después de que Brian y Jen se ofrecieron a llevarme a casa, Jin finalmente accedió.
Después de un difícil viaje, en silencio todo el camino de regreso a mi casa, me despedí de Jin sin darle otra mirada. ¿Por qué había aceptado salir con él esa noche? Siempre estaba tan pendiente de mí. Me di cuenta de la forma en que regularmente comentaba mis actualizaciones de Facebook. Él era el mariscal de la escuela secundaria, y no estaba acostumbrado a ser rechazado. Pero no había nada que pudiera hacer sobre eso. Yo quería ver a Jimin y asegurarme de que estaba bien.
Abrí la puerta y entré, puse las llaves de repuesto sobre la mesa del vestíbulo. -¿Hola?
No había nadie. No había signos de vida en absoluto. Mi voz resonó por la sala de estar. Me giré hacia el pasillo. Estaba a mitad de camino a la habitación de Jimin, cuando oí un ruido. ¿Estaba él llorando?
-¿Papi? -empujé la puerta de su dormitorio entre abierta.
-¡Oh, mierda! -Jimin se sentó en la cama, obviamente sorprendido. -No pensé que estarías de vuelta tan pronto.
-Si, fue algo aburrido. Pensé en volver y darte un poco de compañía.
Jimin sollozó.
-Gracias.
Me senté en la cama junto a él y puse mi mano sobre su espalda.
-Siento haberte dejado solo esta noche.
Se encogió de hombros.
-Está bien. Eres una chica joven con una vida. Sé que vienes a casa el fin de semana. Pero no es necesario que andes con un tipo viejo como yo. -Frunció el ceño.
Me di cuenta de que estaba mucho más triste de cuando lo había dejado, y me molesté más conmigo misma. Jimin era importante pará mí. Mucho más que un padrastro. Tomé su mano y la apreté suavemente.
-Sabes que yo estaba bromeando cuando dije que eras viejo. Siempre has sabido que era uno broma, ¿verdad?
Jimin suspiro.
-Sí, claro.
Me reí.
-Realmente, es una broma. Siempre he pensado que eres muy lindo.
Él se volvió hacia mí. Podía ver como sus ojos estaban rojos de tanto llorar, pero su expresión sonriente me hizo reír.
-Eres tan dulce.
-No, lo digo en serio. -Abrí los dedos para él. -Siempre has parecido diez años más joven de la edad que realmente tienes. Y tienes todo este pelo, tan rojo y liso.
-No, no lo está. Tu mamá me ha dado unas cuantas canas.
-Bueno, estoy segura que no las puedo ver.
Jimin asintió con la cabeza.
-Tú siempre sabes cómo hacerme sentir mejor.
-Bueno. Ahora, ¿todavía quieres ver esa película juntos?
-Si, si tú quieres.
-Por supuesto que sí-Sonreí. -Sólo déjame ir a cambiarme de ropa. Mientras haz las palomitas de maíz y te reúnes conmigo en la sala de estar.
-Está bien. -Jimin miró hacia el suelo con la tristeza dibujada en sus ojos.
Tal vez el vino que bebí en la cena, me hizo sentir muy valiente. Pero me levanté de la cama y miré hacia abajo a Jimin. En primer lugar, puse mis brazos alrededor de su cuello, como de costumbre, pero en lugar del abrazo de costumbre lo besé en los labios. No hubo ninguna lengua, pero sin duda era más que un beso

Sex With My Ex-daddy's⇨Jimin (HOT)(adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora