Capítulo 5

5.6K 528 503
                                    

-¿Qué buscas?- Preguntó Nagisa mirándole con confusión.

Karma ni le miró y siguió rebuscando en su mochila y en sus bolsillos como si le fuera la vida en ello. En otros tiempos se habría tomado las cosas con más calma y habría intentado recordar dónde había puesto lo que había perdido. Pero ese día no. Ese día podría pasar lo que sea, que Karma seguiría nervioso pasase lo que pasase.

Porque habían pasado tres días desde la última vez que vió a Asano y hoy era el día en el que las clases se reunían en el gimnasio.

Sí. Eso es lo que pasaba, por eso Karma no podía dejar de mirar de un lado para otro y buscar sus cosas como un neurótico. Tenía la impresión de que en cualquier momento entraría en pánico. Si es que no lo había hecho ya. Porque nada más pisar el patio del edificio principal, Karma tocó su bolsillo del pantalón con la esperanza de notar su móvil. No sabía por qué razón había cogido esa manía, solo había sido un acto reflejo. Pero cuando notó que su móvil no estaba allí, ni en los bolsillos de su abrigo, ni en su mochila, ni en su mano, su mente empezó a correr por toda velocidad sin importarle que la gente de otras clases (e incluso de la suya propia) le miraran raro.

-Mi móvil... Mi móvil...- Murmuró con preocupación mientras seguía rebuscando.

-¿Lo has perdido?- Preguntó Nagisa con su tono amable de siempre.

-¿Desde cuándo le das tanta importancia a tu móvil?- Dijo Sugino con curiosidad.

El chico tenía razón. Karma nunca había tenido especial antención al móvil. Y ese era precisamente el problema. Karma le había tenido tan poca atención a su móvil que no se había molestado en ponerle una contraseña para desbloquearlo "¿Quién lo va a coger?" Pensó en ese momento. No es como si nadie tuviera la intención de robarle el móvil y sabían que si lo intentaban, lo lamentarían. Pero ese día era un asunto especial, igual que la reunión de las clases le ponía nervioso, igual que haber estado tres días en vilo le ponía nervioso, lo de su móvil lo culminaba todo. Porque su fondo de pantalla era una foto del presidente del consejo estudiantil, alguien a quien todo (o casi todo) el instituto conocía y veneraba. Y tenía que ser justamente hoy cuando perdiera el móvil, con esa foto y sin contraseña.

-"Si alguien encuentra el móvil y lo enciende, no sabré que responder si me preguntan..."- Pensó casi entrando en pánico.

Y como siempre, era todo culpa de Asano. Directa o indirectamente, el culpable de que ahora esté buscando el teléfono como un loco es él. Porque para empezar, ni siquiera tendría que estar nervioso por el simple hecho de bajar al edificio principal y asistir a la reunión en el gimnasio. Era algo totalmente normal que supuestamente todo estudiante hacía. Pero para él no. Karma había pasado tres días pensando en ello, porque desde aquella noche en la que Nakamura le llamó no había parado de pensar en lo que haría cuando se reencontrara con Gakushuu. Las palabras de este habían sido bastante claras, él no quería olvidar lo que había pasado entre ellos ni lo dejaría de lado. En eso Karma estaba más que de acuerdo, por razones obvias. Pero si bien estaban de acuerdo en eso, el pelirrojo había algo que necesitaba saber a toda costa: Los motivos de Asano. La razón por la que le había dicho aquello. A parte de eso, también necesitaba decírselo. Decirle que él estaba de acuerdo en ese aspecto. Y de paso preguntarle el por qué le acompañó a la estación cuando su casa estaba en la otra dirección. Era algo que le intrigaba. Sí, Karma tenía muchas cosas que decirle y preguntarle. El problema es que habían pasado tres días y era como si el otro chico hubiera desaparecido de la faz de la tierra. No le veía por ningún lado y buscarle no era una opción. Principalmente porque lo había intentado y lo único que había conseguido había sido una ligera sonrisa de ese pedante de Sakakibara Ren. Y para eso prefería esperar. Por eso no había podido evitar ponerse nervioso ante ese día. Porque significaba que podría ver a Asano en el edificio principal, durante la reunión. Y que este no podría escapar.

AttractionWhere stories live. Discover now