1 centímetro

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— Y no hagas más caso, sólo intentan provocarte. No les des el placer.

Jihoon rodó los ojos y Junhui tuvo ganas de pegarle una palmada en la frente para que dejara de hacerlo. Malagradecido

El menor se despidió con la mano y caminó hasta la sala de detención, donde debía cumplir el castigo por golpear a otro estudiante, una semana asistiendo tres horas a aquel lugar, apenas era martes y Jihoon ya sentía la tortura. 

El chino suspiró y se cruzó de brazos al ver a su amigo alejarse.

Por culpa de Seungcheol, Jeonghan se había pasado toda la tarde del lunes afligido y sin ganas de hacer nada, llenándose de un aura bastante pesada; por otro lado, Jihoon ahora era algo así como la persona más odiada por "destruir" la relación de la "pareja perfecta" del instituto. 

Ese pequeño bastardo futbolista se las vería con Wen Junhui a penas tuviera oportunidad.

— Te preocupas demasiado —le consoló Soonyoung dándole una palmadita en la espalda al mayor.

— ¿Demasiado? Le están llamando zorra a mi bebé.

— Si Jihoon supiera que le dices así cuando no está, seguramente te mataría —rió el rubio de pequeños ojos— y deberías saber que en unos días esto será noticia vieja.

— Lo que sea —se dio media vuelta—, tengo que ir a la biblioteca, todavía no quito el cartel de mis asesorías y alguien podría estar esperando; ¿le dijiste a los chicos el viernes que las asesorías serían canceladas?

La sonrisa de Soon cambió por una mueca nerviosa, mientras rascaba ligeramente su nuca y asentía lentamente mientras mordía un poco su labio inferior.

— Sí, les dije —respondió el menor mientras se interponía en el camino del castaño—. ¡Y no tienes que ir! Yo quité el cartel por ti.

— Oh, bien —detuvo su paso y sonrió—, gracias. Ya te debo dos favores.

— Ni lo menciones —rió nervioso.

Sí, tal vez Soonyoung había dicho una mentirita piadosa para poder hablar con Minghao. PEro tampoco era algo grave. El chino de cabellos teñidos parecía entender lo que con mucha dificultad Soon le explicaba, y el rubio tenía la oportunidad de ver como una bobo por horas a su crush.

Todos ganaban.

— Entonces iré a quitar los que dejé cerca del campo de fútbol —habló más para sí mismo el mayor.

— Sí, sí, haz eso. Yo... tengo que ir por... un... libro...

— ¿Tú? ¿Un libro? —Enarcó una ceja, dudoso de las palabras del rubio.

— ¡Adiós!

— ¡Espera, Soon...!

Fue demasiado tarde, el bailarín se había escapado. Algo traía a escondidas, pensó el castaño. Se encogió de hombros y se encaminó hasta donde la salida para el campo de fútbol soccer se encontraba. La escuela se hallaba casi vacía debido a la hora, pero más de uno que le reconocía por los pasillos le saludaba.

Wen Junhui, sin lugar a dudas, era un personaje multifacético; nadie podía negar lo atractivo que era, además de tener una actitud atrevida y desvergonzada a primera vista; pero los que le conocían a fondo sabían que era un chico sumamente sobreprotector, y la mayoría de veces actuaba como madre de sus amigos cercanos, mas, sobre todas las cosas, Junhui era la clase de persona que creía en el karma, los fantasmas, la vida en otros planetas y demás cosas paranormales, lo que le valía el no haber tenido una relación verdadera en toda su vida.

Crónicas de un adolescente enamorado.Where stories live. Discover now