TERCER ROUND

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Después de varias semanas de recuperación hoy vuelvo a mis deberes; estar en la cocina y algo extra. Le tuve que rogar a Haymitch para que me lo permitiera. Esta vez mis expectativas son más bajas, solo quiero algo para dejar de ser una inútil.

Llego al frente de la fila, una vez más esperando poder ayudar.

--Nombre-

-Eufemia Annabel Trinket-. Conozco ya la rutina.

-Cocina-.

-Disculpe... ¿Podría ayudar en algo más?

-Lo lamento señorita, pero al parecer las tareas se le han prohibido, a excepción de la cocina-.

-Jajaja, descuide, fue porque enferme y... no quería dejar todo tan colgado-. Titubeo un poco ante esa mentira, En serio me lo habían prohibido.

-Solo tengo disponible el cambio de los bombillos de los pasillos principales, ¿Le interesa? -

-Claro que sí, ¡suena emocionante! -. O al menos no es tan peligroso, esta ocasión primero voy a donde los bombillos. Aprendo rápido y es muy fácil, pero surge un problema en el grupo.

-Hay algunos muy alto y el armes que nos asignaron es muy pequeño-.

-Podríamos buscar un niño-. Dice uno de los muchachos, pero de inmediato nuestros ojos asesinos voltean a verlo con un odio fulminante, pero con la misma velocidad voltean a verme a mí. Si soy muy pequeña, el armes me queda perfecto y acepto la tarea. Es peligroso para un niño, pero inclusive es divertido para mí, hasta para mi grupo. Cuando estoy por bajar tengo la adrenalina muy alta.

- ¡Es como un columpio! -. Con esto los chicos empezaron a reír y a moverse con el armes de un lado a otro, es una sensación increíble, es como un parque de diversiones, hasta que en un momento todo deja de ser diversión, varios de los focos que instale estallan en mil pedazos, produciendo chispas. Una llega a la cuerda del armes que se prende en un segundo, lo que sigue es oscuridad y mis gritos de horror llenando el ambiente.

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Estoy terminando mi jornada y es hora de ver a Effie, llego a su habitación y nada, en la mía tampoco. Con pasos nerviosos me dirijo a la cocina a buscarla y me informa la señora que no fue esta tarde, ¿Qué paso?

Solo tengo una última opción, me dirijo al hospital, todo está en orden excepto un grupo de electricistas que están en la sala de espera muy preocupados, lo único bueno es que Effie no tendría nada que hacer con ellos. Ya voy de salida cuando siento una manita tocando la mía.

-Haymitch, que bueno que llegaste-. Es Prim y me dirige a una habitación. En ella esta Effie, una vez más con vendas en sus piernas y su cabeza, respirando a través de una máscara de oxígeno. Al borde de la desesperación y con lágrimas en los ojos comienza a explicarme.

-Estaba cambiando focos con los electricistas, hubo un corto circuito que toco la cuerda del armes y se rompió, cayó casi 10 pisos de altura. Se rompió la cadera, lo lamento-.

-Pero se pondrá bien, ¿No? –

-Si definitivamente despertara, pero... lo más probable es que quede paralitica y...- ¿Aún hay más? – Nunca podrá tener bebés.

Eso es todo, me ha partido el alma. En serio deseaba tener una hija con ella, quizá se iba a llamar Alice o Catherine o yo que se... busco en su historial médico alguna respuesta, como si fuera un doctor con la cura frente a sus ojos. Cuando llego al final de la hoja encuentro otra de esas estúpidas notas.

"Hay veces que una chispa puede encender el amor, Abernathy"

Se acabó, se quien está tratando de matar a Effie. 


ASI ME GUSTAS MÁSWhere stories live. Discover now