-mal enamorados+

mejor relajarse

Cap.5

8:00pm.

Len - estaba preocupado, pues, después de haber ido incluso a la casa de Rin, no la encontré, estaba ya más relajado, pero mi vista seguía por los suelos, de pronto vi a Rin sentada en el escalón de una casa abandonada, suspire, caminé hacia ella y me senté a su lado, con la mirada en el suelo al igual que ella, al parecer también se encontraba más calmada.

Len - lo lamento...

Rin - tenías razón...es un patán...

Len - tal vez sólo exagere, estaba molesto y hablé sin pensar, gomenne.

Rin - me besó para después burlarse de mí y decirme que no tenía oportunidad con él.

Al oír eso abrí mis ojos cual platos, mi sangre se calentó, sentía rabia, 'maldito' pensé y bajé aún más la mirada.

Rin - debería agradecerte....si no fuese por ti, seguiría ilusionada con un idiota...

Len - ...aún así lamento mi mal humor...Luka san me rechazó...

Rin - ...lo siento...

Len - no importa... - di un suspiro - anda, te invito a cenar, hay un restaurante por aquí cerca.

Rin - sólo si tú pagas la cuenta.

Len - jajaja, de acuerdo, es lo menos que podría pagarte por mis tonterías.

Cruzamos miradas y nos reinos ligeramente, nos levantamos y fuimos directo a algún restaurante, aún con nuestros incómodos uniformes que nos hacían pasar frío, y esas ligeras mochilas que solo hacían presencia de más.

Con Luka...

Luka - estaba en una cafetería, decidí pasar ahí antes de llegar a casa, el cielo ya estaba casi negro, aún tenía un toque de azul rey en él, le di un sorbo a mi café mientras leía un pequeño libro que suelo llevar a todas partes en mi bolso, después de ese golpe bajo por parte de kaito, esto es lo único que puede calmarme. Al pensar esto escuché la campana de la puerta, avisando que alguien había entrado a la cafetería, sin embargo no le presté atención y seguí con mi vista clavada en la lectura.

¿Puedo sentarme?...

Esa irreconocible y cansada voz me sacó de la lectura, fijé mi vista hacia arriba y abrí mis ojos cual platos, pues me encontré con una cabellera desaliñada y aún más larga que la mía, era de color púrpura, esos ojos violetas que se veían vacíos, y una sonrisa dolida, mis ojos volvieron a su estado normal mientras una de mis cejas se arqueó un poco.

Luka - ¿desde cuándo luces tan mal?

Gakupo - auch.

Dijo con voz de cartón, de esas que están vacías, una mirada triste y un cuerpo notablemente cansado.

Luka - anda, toma asiento.

Ofrecí y le di un sorbo a mi café mientras veía como se sentaba, de manera cansada y sin ganas, aquel chico de mirada baja y cabello alborotado.