Jazmín

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Jazz

A pesar de que tanto Kay como el prez me aseguraron de que no me culpaban por los errores de mi padre y esa zorra me sentía mal. Mi padre me volvió a jurar que el dinero que tenía ahorrado en mi cuenta era de su sueldo y no dinero del club pero aun así me sentía sucia tocándolo.

Kay pasó horas abrazándome mientras yo lloraba mi decepción y ni él ni el prez aceptaron mi ofrecimiento de pagarles la deuda con mi dinero. Dijeron que ese era un asunto de hombres.

Comencé la universidad ya un poco más calmada. Concentrándome en las materias y conociendo nuevos amigos y amigas ya que Serena y Anna fueron a una universidad distinta porque ellas estudiarían medicina. Seguían siendo mis mejores amigas y los fines de semana armamos un grupo muy colorido entre compañeras nuevas y ellas dos. Hubo una pequeña discusión entre Kay y yo porque para mi cumpleaños número 21 me regalo un hermoso Honda Civic c3 en color crema. Me emociono el regalo pero era algo que quería comprarme yo misma, había estado ahorrando los sueldos del club para eso pero no pude despreciarlo al ver la ilusión en sus ojos al regalármelo.

También estaba el problema de mi trabajo en el club. Kay se sentaba noche a noche junto a la barra donde trabajaba y se ponía de los nervios cuando algún cliente coqueteaba conmigo. Tuvimos más de una discusión para que controlara sus celos posesivos y tuve que hacerle pequeñas concesiones para poder estar en paz. Sin embargo a medida que la universidad avanzaba semana tras semana se me había cada vez más difícil trabajar  porque el estudiar como requerian en la universidad era duro y los profesores muy exigentes. Al final después de entrenar a otra camarera termine renunciando. Mi padre a pesar de mis protestas por lo que el prez descontaba de su sueldo siguió depositando dinero en mi cuenta de ahorro. Así que cuatro meses después de comenzar en la prestigiosa universidad Klein básicamente me dedicaba a estudiar.

Kay se ocupaba de sus asuntos del club y pasaba todas las noches sin falta en mi casa, aun si volvía tarde de hacer la recorrida para vigilar los clubes nocturnos lo sentía recostarse a mi lado y abrazarme. Me sentía completamente enamorada de él. Sabía dentro de mí que era el hombre de mi vida.

El no se llevaba muy bien con mis compañeros de la universidad. Su rudeza y posesividad afectaban a los "niños bonitos" como llenaba Kay a mis compañeros del grupo de estudio. La mayoría de las veces nos juntábamos en mi casa dado que vivía sola y era cómodo podíamos quedarnos hasta altas horas estudiando . Sin embargo después de largas charlas se congracio con todos cuando más de una noche vino con bebidas y comida cuando ya hacía largas horas que estábamos estudiando. Mis compañeros dejaron de tenerle miedo a su imponente figura para tenerle respeto.

En ese tiempo fue cuando nos llegó la noticia. El prez estaba enfermo. Muy enfermo. Su viaje no había sido solo para tratar temas de otros clubes si no también para ir a ver a un especialista. El cáncer había tomado sus pulmones después de años de tabaco acérrimo. Entonces todo el club entro en alerta.

Kay pasaba horas organizando las cosas porque el prez había tomado una decisión. No iba a esperar meses a que el cáncer acabara con él. Lo haría en su ley. Al principio no entendí su decisión pero después de una reunión cara a cara con él a solas lo entendí. Un hombre que había sido dueño de su vida y de sus decisiones desde el comienzo también lo seria hasta el final. Y allí vendría el gran cambio para nosotros. Kay tomaría su lugar.

Eso llevaría no solo un gran cambio después de mucho años si no una responsabilidad muy grande para Kay. La lucha contra los que intentaban meter drogas en los clubes. Las bandas enemigas que no les perdonaban a los diablos negros que hallan limpiado su territorio quitándoles así mucho dinero en ventas de drogas y armas. Se venían tiempos oscuros y yo tenía que estar al lado de mi hombre.




Maldita Princesa ( #MC)Where stories live. Discover now