She.

Aún me dueles.

     Te extraño, ¿De acuerdo?

     Te extraño todo el jodido tiempo, te necesito y ahora estás lejos; eres tan distante y quisiera culparte por eso pero no puedo porque sé que parte de la culpa fue mía. Me odio, me odio tanto que ni siquiera te puedo odiar; quiero superarte, pero siempre estás presente y debería decirte esto a ti pero estoy segura de que me dañaré más de lo que ya estoy.

     Ellos tenían razón: nuestra relación es tóxica. Ni siquiera le caes bien a una de mis mejores amigas, pero a mí sí me caes bien, eras mi todo, ¿sabes? Ya no tengo por quién preocuparme cuando llegué a casa, ya no tengo por quién esperar hasta las dos de la mañana para desearle un feliz cumpleaños, ya no te tengo a ti y eso es lo que más me duele.

     Me hacías feliz. Hablar contigo me hacía completamente feliz.

     Recuerdo todas esas veces que hablamos y de repente empezábamos a cambiar de tema y nos reíamos, nos reíamos tanto que ahora los recuerdos duelen así de mucho...

     Siendo honesta y completamente sincera, ya no me queda nadie que me conozca tanto como tú lo hacías; me cuidabas vez que estaba mal, y lo peor es que jamás podré agradecértelo en persona, jamás podré sentirte entre mis brazos y jamás podré mirar a aquella hermosa chica de pelo azabache que me cuidaba en las peores noches.

     No quiero salir de tu vida, no quiero que te vayas de la mía, pero lo arruinados de tal manera que ahora parece que no todos los caminos nos guían a Roma.

     Ya no sé si decir 'lo siento', 'adiós' ó 'te amo', porque estoy cansada de todo esto; estoy cansada de necesitarte, estoy cansada de quererte, estoy cansada...