Hoy no me quiero arreglar;
me pondré prendas cómodas y me sentaré frente a la puerta
en compañía de mi perro, imitándolo en su tranquilidad.
Dejaré que el sol me rocíe,
que sepa que a veces extraño su calor...
Que el viento me despeine
que hoy no lo evitaré,
pues no tengo peinado cual deba cuidar,
pues no tengo nada que pueda perder,
porque hoy sólo estoy conmigo
y hago con el momento la paz;
porque hoy quiero sentirme viva y no sola,
porque la muerte no siempre abraza a la soledad,
porque la soledad no significa no estar;
y así hoy quiero ver las hojas caer,
despertarme con una taza de té,
sonreír más al presente que al ayer,
ser libre sin tener que ir a pasear,
sacar una libreta para escribir,
pues hoy quiero descansar.
