Una madrugada

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Cuando te fuiste, la noche me comprendió, fué extraña; no había luna ni estrellas que me acompañaran, los deseos se esfumaron, las lágrimas se revelaron en su lugar; había noche triste, si "noche" se atreve a llamarse... Conteniendo secretos, dudas en esas nubes grises, que por alguna razón escondían mi constelación, pero de alguna manera nos describía, nos sentía. Ahora ya veo las estrellas, pero aún no brillan con la misma intensidad, eran más bellas cuando estabas tú.

¿Dónde estás, mi constelación? Pierde el miedo y sonríeme más, realmente quiero verte y ser más tu amiga que tu hija perdida, quiero encontrarme y volver a sanar. Por favor noche, ¡Ya no te escondas más!

Y te preguntabas que hacía despierta a esas horas de la madrugada...

La danza de mis palabrasWhere stories live. Discover now