Diario de una gemela fea.

Página 13.

"Me siento como una estúpida.

Tengo el material, el lugar y el tiempo para hacer lo que me gusta y nada.

En blanco.

Miro la hoja y sólo es una hoja, me siento gilipollas, porque he conseguido lo que siempre he querido y ahora la inspiración decide irse al garete.

Lo peor de todo es que sé que si no hago cosas de seguido que gusten me echarán de una patada, perderé mi puesto.

¿Y qué hago yo contra eso? Escribir en un jodido diario en vez de ponerme a soñar como debería encima del papel .

Quien no da sí, es expulsado, ¿para qué quieren a alguien que no hace nada?

Mi mente se ha cerrado, los colores ahora me parecen demasiado alegres, lo que tengo en mente sólo es usar un rotulador negro, a juego con la hoja blanca, pero sé que no es lo que van a querer ni lo que le va a gustar a Anastasia la loca, ha pasado por la sala, se ha dado cuenta de que estaba aquí, me ha sonreído y me ha dado la enhorabuena para luego tirarme serpentinas de colores a la cara con su frase célebre : ¡Pon color en tu vida nena!

No veo las cosas a color.

Lorenzo me distrae, va de aquí para allá con otro chico cogiendo telas, hilos incluso pistolas de pegamento, todos están haciendo algo, bien dando color, bien dibujando, bien pidiendo consejo al de al lado o bien creando en tamaño real ya su propia obra.

Recortan tela, insultan, gritan, bailan al ritmo de La vie en rose de la ilustrísima Edith Piaf , la moda por excelencia nació en Francia, y quedará coronada por siempre, por lo tanto, en nuestra sala sólo pueden escucharse canciones francesas o que usen ese lenguaje, no me molesta el francés es elegante y la música delicada, París es la ciudad del amor y ni más ni menos que la creadora del ballet.

Así que...

"Quand il me prend dans ses bras

Il me parle tout bas,

Je vois la vie en rose."

(Cuando él me toma en sus brazos,

y me habla bajito,

veo la vida en rosa.) "