Capítulo I.

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18 años después.

Niall estaba recargado en sus codos mirando como dormía plácidamente el pequeño bebe que le mandaron a cuidar, aunque ciertamente ya no era un bebe. Tenía 18 años recién cumplidos. Había crecido mucho, tenía unos lindos rizos esponjados que le adoraban la cabeza, hermosos labios rodados y esos ojos verdes brillantes que lo deslumbraban. Su nombre era Harry.

Niall se habían encargado de que una buena familia lo adoptara y así fue. El hombre que lo adopto se llamaba Robín el dueño de una constructora, era fuerte y de familia adinerada, su mujer era una modista de nombre Karin bastante agradable y bella.

El rubio mordisqueo su labio observando con detalle las facciones del menor. ¿Cómo algo tan hermoso podía ser hijo de un demonio? Siempre se hacia la misma pregunta. Niall sentía una gran conexión con ese joven, era solitario y tímido. Prefería pasar horas leyendo a salir a fiestas, y aunque quisiera no tenía muchos amigos, el rubio lo había visto crecer y sabia cada detalle de la personalidad de Harry. Era un poco desordenado y siempre escuchaba música a todo volumen. Prefería el frio antes que el calor, amaba estar solo y tomar largas duchas, siempre le quitaba la corteza de su pan, su máxima adoración era una gatita de nombre Mify, tenía el mejor promedio en la escuela, nunca había tomado bebidas alcohólicas y tampoco le interesaba, pensaba que todas las personas eran superficiales y prefería no mezclarse con ellas. Nunca había tenía una pareja aunque le gustaban varios chicos y jamás se había quitado ese collar que le había enviado su padre. Pero había algo en lo particular que le llamaba la atención a Niall. Últimamente había tenido pesadillas y al parecer muy feas.

Y esa noche no era la excepción.

Harry se despertó de golpe sintiendo el corazón a mil por hora, la garganta la tenia seca y su respiración era demasiado pesada. Se sentó en la cama cubriéndose un poco la cara, siempre la misma pesadilla durante dos semanas, había llegado hasta tomar pastillas para dormir para no tener que soñar, pero siempre era lo mismo. El rizado se seco el sudor con la mano intentando tranquilizarse. Esa mujer y esos enormes colmillos acercándose hacia él. El solo pensarlo le causaba un escalofrió por todo el cuerpo.

Sentía una extraña sensación de que estaba en peligro, seguramente alucinaciones suyas.

El pequeño omega se recostó una vez más cubriéndose perfectamente bien. Cerró los ojos con la esperanza de no tener ese mismo sueño.

Niall quien yacía a los pies de Harry hizo una mueca, aun no lograba descifrar que ocasionaba aquellas pesadillas. Cada noche era lo mismo y eso bastante inquietante. Esperaba que solamente fuera una etapa y ya.

—Espero que duermas bien Harry—susurro Niall tocándose un poco los labios. Nunca lo había dejado solo. Había estado observándolo dormir por 18 años.

*





A la mañana siguiente Harry se despertó por las manos de su madre que lo movían con un poco de fuerza.

— ¿Qué? —dijo abriendo un poco los ojos. Karin le sonrió un poco dejando un beso sobre su cabeza.

—Amor es hora de levantarte, tienes que ducharte y desayunar, recuerda que hoy tenemos ese evento—le guiño el ojo.

Harry gruño un poco. Escucho los tacones de su madre resonando por el piso de madera.

Odiaba los eventos sociales.

A Different Omega-Larry StylinsonWhere stories live. Discover now