Capítulo 19

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A/N
Hola!! Quería pediros perdón por tardar tanto en actualizar, pero tuve un examen y cuando ya estaba libre me hice daño en dos dedos y no podía escribir. Me siguen doliendo pero ya casi nada... así que ahora ya no tendré escusa

(POV Killian)

Han pasado tres semanas y Emma sigue en el hospital, la espera se me está haciendo eterna. Mi verdadera preocupación empezó cuando dijo que ya no quería verme más. Que cada vez que entraba y estaba con ella, después empezaba a ver escenas que parecían sacadas de una película. Ella empezaba a recordad, pero claro, si no creía en la magia ni en los cuentos de hadas, esos recuerdos no valían nada.

-¡Papa!

Levanto la vista, la cual tenía fija en el garfio, para ver a mi hija corriendo desde la puerta del hospital hacia mis brazos.

-Alison. ¿Qué haces aquí?

-Te echo de menos.

-Y yo a ti, pero, ¿cómo has venido?

-Mama me ha dejado en la puerta, me ha dicho que me dejes mañana en casa a las ocho. Ah y me ha dado esto para que me compres algo en la maquina mágica de comida a la hora de cenar.

Me muestra una moneda que tenía en su mano. La "maquina mágica" a la que se refiere mi hija es a la dispensadora, creo recordar. David ha intentado enseñarme algunas modernidades de este mundo, pero yo prefiero mi barco.

-¿De verdad quieres quedarte aquí? La última vez te aburriste mucho.

-Sí, quiero estar contigo.

-¿Te he dicho alguna vez lo maravillosa que eres?

-Sí, muchas. Pero igual me gusta que me lo digas. -Sonríe.

La sonrisa de mi hija es lo más bonito que he visto nunca. Desde que llegó no he podido pasar tiempo con ella. Los primeros días ni siquiera sabía que estaba en mi barco, después Rumple la secuestro y ahora entre lo de Emma y que Milah ha decidido llevársela a la posada de Grany's, a penas la veo. Veo que me está observando detenidamente. Yo la subo con cuidado a mis rodillas y ella rompe el silencio que, hasta ese momento, no sabía que se había formado.

-Si no te dejan entrar, ¿por qué sigues aquí?

-Porque tengo esperanza.

-¿Esperanza de qué?

-De que algún día me dejen volver a entrar.

-Pero no es justo. Tu estas aquí todo el día, por lo menos te podían decir como esta.

-Solo pueden decírselo a su familia.

-Pero tú eres su familia.

-¿Dónde aprendiste a hacer tantas preguntas?

-Simplemente soy curiosa. Mama dice que lo saqué de ti.

-Tu madre tiene razón.

-¿Jugamos a algo?

-¡Claro! ¿A qué quieres jugar?

-Al escondite.

-Alli, cariño, aquí no se puede jugar a eso.

-¿Por qué no? Vamos papa, te prometo que no saldré de aquí, de esta sala.

-Está bien, pero dame tu palabra de pirata.

-¿Pirata?

-Claro. Eres mi hija y algún día te enseñare a ser la mejor pirata de todos los tiempos.

-¡Guau! ¿De verdad?

-Aha.

-Entonces sí, te doy mi palabra de pirata.

El amor es inesperado (CaptainSwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora