Catorce.

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El computador ya marcaba cinco hojas de trabajo y apenas eran las ocho de la noche, nada mal para mí.

—Myun Hee, la cena está lista —mi mamá había aparecido en la puerta, sus vacaciones habían iniciado y eso me hacía muy feliz; asentí y se retiró.

Guardé el archivo en el computador, lo apagué y bajé para cenar esta vez con compañía.

—Mamá, debo decirte algo —hablé a punto de llevar algo de arroz a mi boca.

—Te escucho.

—Hay un chico que deja notas en mi banco —dije con algo de velocidad empezando a golpear el tenedor contra el plato causando un sonido molesto.

—¿Notas? —sonrió —, ¿osea un pretendiente? —tomó su vaso con agua de fruta bebiendo de él.

—Sí, un pretendiente —suspiré —, pero quiero saber quien es desde hace tiempo y no logro encontrarlo —me quejé.

—¿Por qué no le contestas las notas?

Vaya, en verdad no había pensado en hacer aquello, pero ¿valdría la pena el intertarlo?
Seguí comiendo en silencio pensando en el chico de las flores, no tengo idea de como había llegado al grado de tal curiosidad por saber quién está detrás de todas esas palabras.

Mi mamá no podía quedarse sin saber de inicio hasta ahora el cómo había estado ocurriendo todo, su compañía me había hecho bien al igual que la platica que hace tiempo no teníamos.

(...)

—¿Por qué insistes con eso? —un Kyu Hyun soñoliento cuestionaba.

—Porque si te digo que me ayudes, terminaré peor, como lo hiciste al decirme que Jun era el chico de las flores —bufé mientras escribía en una hoja color amarillo.

—¿Disculpa? —el antes mencionado se encontraba parado frente a mí.

Apenas y pude mirarlo sin que la culpa y vergüenza se hicieran notorios, era ahora o nunca, la verdad se sabría de alguna forma, al igual que la identidad del chico. Tomé una gran bocanada de aire aún sin levantarme de mi asiento, era extraño que Ji Hwa no hubiera dicho algo y solo nos mirara.

—Junhui, tenemos que hablar, a solas —me puse de pie girando la hoja de manera que no se notara lo que había escrito; señalé hacia la salida del salón donde ambos salimos, me sentía mala persona en ese momento.

—No entendí lo que le dijiste a Kyuhyun —el castaño rascó su cabeza.

—Escucha —aclaré mi garganta cuando llegamos a una de las bancas y ambos tomamos asiento —, debo explicarte algo —empecé a jugar con mi brazalete.

Antes de que pudiera pronunciar algo, sentí el dedo pulgar del mayor acariciando mi mejilla, le miré a los ojos en señal de confusión, su mirada se clavaba sobre la mía y poco en poco la distancia se convertía más comprometedora entre ambos.

—J-Jun —murmuré nerviosa.

—No hables —sonrió y mordió su labio inferior.

—Jun.

Esa situación era algo de la que nunca pensé, en algún momento Jun y yo tendríamos que besarnos, eso no podía pasar, yo no quería, no tenía el mismo sentimiento hacia él. Sus labios estaban a un par de milímetros de los míos.

—¡Escúchame! —tomé sus hombros regresándolo a la postura normal —, enserio, necesito que me perdones por esto —solté un suspiro pesado .—eres un chico muy lindo y atento —le miré a la cara —, pero lo siento, solo jugué contigo creyendo que eras alguien más, no podemos seguir siendo novios —un nudo en mi estómago estaba haciéndome sentir culpable.

—¿Qué? —apenas eso pudo salir de sus labios, tomó mi mano entre las suyas a lo que yo no pude protestar —, yo creí que las notas que recibías no significaban nada —abrió sus ojos en demasía.

—¿Tú sabes de las notas? —alejé mi mano de su agarre.

—Sí, pero creí que las ignorarías —su tono ahora era de enfado —, yo quería que me prefirieras a mí y no a...

—Tú sabes quien es y aún así no dijiste nada —hablé tratando de no alzar la voz —, habla.

—No te diría porque yo también siento algo por ti y tú lo ignoraste por completo, eso es mi última palabra —se puso de pie girando sobre sus talones para irse de donde yo estaba, y enseguida el timbre sonó.

En definitivo, nadie podía confiar en nadie y la duda seguía en mí.

Regresé donde mis amigos y les conté todo pasándoles una hoja del cuaderno ya que nos encontrábamos en clase; no me había dado cuenta de que la nota que yo hice ya no estaba, comencé a buscarla, pero en lugar de hallar la hoja amarilla me encontré con un pequeño ramo de hortensias y una nota la cual enseguida leí:

“Y aquí de nuevo el chico de las flores  como es que me llamaste en la nota que escribiste para , ¿sabes algo? No me molesta el que hayan querido besarte, eso se queda demasiado corto a lo que sentí realmente, he decidido ayudarte, estoy dejando letras en las notas, esta es la última de mis pistas. Y un detalle más; eres preciosa.

Ten un lindo día♥V"

Flowers || VernonWhere stories live. Discover now