Capítulo Tres

15 0 0
                                    

Dom otra vez. Desde que nos habíamos peleado por teléfono que no paraba de llamarme para intentar arreglar las cosas. Yo no lo atendía, sabía que si lo hacía terminaríamos discutiendo de nuevo y no era eso lo que quería.

Por otro lado, Topher y yo casi ni nos hablábamos. Pasábamos la mayor parte del tiempo fuera de la casa y si nos cruzábamos, apenas emitíamos una palabra. Ninguno quería molestar al otro además, ambos pasábamos gran parte del tiempo ocupados de nuestras propias tareas. Yo por mi parte estaba ocupada con el trabajo o intentando descubrir que era lo que pasaba en el pueblo, y algo me decía que mi inquilino también estaba investigando... aunque no sabía qué.

No había podido averiguar, casi nada o nada, por el momento. La única información con la que contaba era que había cinco turistas en el pueblo, Topher incluido. Todos hombres y bastante misteriosos por cierto.

Aquello por supuesto no alcanzaba para sacar ninguna conclusión pero yo ya sabía cuál iba a ser mi próximo movimiento. Me levante, me bañe y desayune a prisa, si tenía suerte me cruzaría con alguno en la panadería- la mañana anterior los había visto allí-. El miedo por lo ocurrido había durado poco tiempo y ahora estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para descubrir la verdad. Se podía decir que poco a poco volvía a ser la misma que antes.

Cuando llegue a la panadería me encontré con uno solo de ellos; era de mediana estatura pero de buena contextura y usaba ropa que permitía ver sus musculosos brazos. Parecía peligroso en el exterior pero no en el interior. Sus claros ojos marrones mostraban cierta inseguridad o algo parecido; parecía perfecto, y si no fallaba seria presa fácil.

_ Perdón, no lo vi- dije después de chocarlo "accidentalmente"

_ Está bien, no te preocupes. Ten, se te callo la billetera

_ Gracias- dije y sonreí amablemente

_ ¿Puedo preguntarte algo?

_ Claro-respondí

_ ¿Has visto algo raro por aquí últimamente?- por favor, no era nada sutil para hacer preguntas

_ ¿Raro como qué?

_ Ruidos, animales nerviosos... cosas así.

_ Para nada, ¿por?- debía seguirle el juego, en realidad, debía seguir haciéndole creer que había entrado en su juego

_ Nos pareció ver, a mis amigos y a mí, algo raro la otra noche que llegamos.

Aquello era mentira, podía darme cuenta cuando alguien no decía la verdad.

_ Qué extraño, yo no escuche a nadie comentar nada. ¿Por dónde fue?

_ A los alrededores del bosque, cuando entrábamos al pueblo.

_ Si fue ahí seguro no es nada. El bosque juega malas pasadas y más si es de noche- él pensaba que era bueno interrogando a alguien, disimuladamente, para conseguir información pero no lo era. Sin embargo yo era bastante buena para aquello y para hacer que las respuestas más falsas que pudiera dar sonaran totalmente creíbles.

_ Ah bien eso me deja más tranquilo, gracias

_ No hay de qué. ¿Es nuevo por aquí?- pregunté con indiferencia, tratando de extraerle algo de información.

Dudo si responderme o no y de qué forma hacerlo pero como yo le había parecido tan sincera e inocente- o eso creía- decidió decirme la verdad.

_ Sí, aunque estamos de paso, hemos venido de caza con mis amigos.

Algo en mí ya había supuesto aquello.

_ Mmm jamás he cazado

_ ¿Te gustaría?- pregunto él con dulzura y un poco sorprendido

Bleu RivièreWhere stories live. Discover now