Por Fin Te Vuelvo A Ver (Hana Kimi)

Capítulo 1: ¡Vamos a América! - Parte 3

América:

- Hola Mizuki - saludó alegre.

- Hola... bueno, ya estoy aquí ¿que necesitas? - sonrió amistosa.

- Quería confesarte algo... - se acerco amenazadoramente a ella, acorralándola contra un árbol.

 Ahí se encontraba Mizuki, en una fría y larga cama, pensando en lo que había hablado con Gabriel...

- ¿Alguien te había dicho alguna vez que... eres guapa? - colocó una mano encima de su hombro, dejándola sin escapatoria alguna.

- ¿A-ah que viene esa p-pregunta? - se trató de alejar, pero éste imitó su misma acción con la otra mano.

- ¿Puedo ir mañana a tu casa para que me ayudes a hacer mi trabajo de ingles? - preguntó, mirándola de forma seductora

-... - cerró los ojos y se concentró, su corazón era solo de Sano, y no dejaría que nadie cambie eso. Abrió los ojos mirándolo seria - 1: Aléjate de mi - lo empujó, dando éxito a su petición - 2: Claro, ven mañana a mi casa. 3: No vuelvas hacer eso - se alejó a paso rápido hasta la salida del instituto, sintiendo la mirada y risa de Gabriel.

 No podía dejar de pensar en lo que sintió cuando lo empujó, ¿un abdomen bien trabajado? eso excitaba a cualquier mujer, incluyéndola a ella, pero mientras su mente pensaba en Gabriel, su corazón golpeaba su pecho en solo pensar en la cara de Sano, y ni se imaginan como se ponía cuando recordaba su beso...

- ¿Estos son los problemas de amor... del que hablan... las chicas en el salón? - se preguntó, tocando su labios y luego su cabeza. Estaba confundida.

- ¿Problemas de amor? - cuestionó su hermano mirándola. ¡Diablos! se le había olvidado que estaba durmiendo con su hermano en la cama de sus padres.

- ¿Q-que? no es nada... olvídalo, pensaba en... Julia... es que le gusta alguien y pensaba en como la podía ayudar - mintió dándose la vuelta, tapándose con la sabana.

- ¿Quien te gusta? - preguntó de forma autoritaria.

- ¡Nadie! - volvió a mentir.

- Mizuki-kun... - decía firme, debilitando a Ashiya.

- ¡Un chico llamado Gabriel! - le volteó a mirar irritada - pero no sé si me gusta - se sentó bajando la cabeza.

- ¿Y Sano-kun? - preguntó, ¿como podía ayudar a su hermana si ni siquiera podía entender sus propios sentimientos?.

- Lo amo también... ahí, no sé - se rindió, no se iba a matar la cabeza cuando ya sabia quien era su amor verdadero - ¿me podrías ayudar con este problema?.

- Pues... esto...- miró a todos lados - primero tienes que tener claro que... el chico... Juan...

- Gabriel - corrigió.

- Si, si... Gabriel, debe ser bueno y... espera... ¡pero Sano es atleta! - se puso en pose pensativa - ellos son igual de altos... uno es... y él otro... ¡pregúntale mañana a mamá cuando llegue! - se acostó apagando la luz, ya había pasado mucho vergüenza.

- Bien... - imitó la -rara- repentina acción de Shizuki, durmiendo con la pregunta del millón: ¿Volvería a ver alguna vez a Sano, o se podía enamorar de Gabriel sin ninguna culpa?.

Japón:

 Otro día más, levantarse, bañarse, ir a clases, encontrarse con Nakatsu, las bromas de la mañana de Nakatsu, el ruido del dormitorio dos... todo era igual cada día, lo único que cambiaba: era la altura en que lograba saltar.