Pasión Griega

Capitulo 5; No quiero nada de ti

Como cada mañana a las seis en punto Damian salio de la casa y comenzó a calentar para su carrera por la playa.  Al ver el coche de Caliope, sus pensamientos se centraron en ella, después de ver como salía corriendo despavorida de la casa su corazón se encogió  ¿Había sido demasiado cruel? Las palabras que le había dicho resonaron en su cabeza ¿Librarse de su maldita presencia? El no seria capaz de hacer eso y menos a ella, por mas que le molestara admitirlo la presencia de Caliope no le incomodaba, incluso en ocasiones le gustaba verla.

Suspiro, no podía pedir disculpas.  El era el único que le estaba poniendo los limites, no sabia que era exactamente lo que había pasado con Néstor pero hoy lo averiguaría.  Le preguntaría a el que demonios le había echo esa mujer para que llegara tan mal a la casa

Decidido a olvidar los problemas comenzó con su carrera, con el mismo recorrido de cada mañana o eso pensaba.  Pero su plan se vio interrumpido al ver algo extraño en la playa  ¿Era un cuerpo? ¿Había alguien tumbado en la arena?  Forzó sus ojos para tratar de distinguir algo mas desde tan lejos y entonces reconoció el vestido ¡Era el vestido que llevaba ella! Corrió hacia allí con la respiración acelerada ¿Y si le había pasado algo? ¿Y si le habian hecho algo? 

Al llegar a su lado la observo fijamente, tiritaba de frío ¿Estaba mojada? Dormía sobre la arena acurrucada como un animalillo asustado mientras el vestido se ceñía a su cuerpo mostrando sus curvas.  Observo sus ojos, unas pequeñas marcas moradas se regaban bajo esos pequeños ojos ¿ojeras?  ¿Una lagrima? Parecía ver lo que era el resto de una lagrima en su mejilla

-Caliope –Se agacho a su lado colocando la mano sobre su brazo, estaba helada –Caliope ¿estas bien?

Despacio Caliope entreabrió los ojos, la luz del sol la cegó por unos momentos y cando al fin sus pupilas se adaptaron a la luz le vio a e.l   Damian se encontraba ante ella mirándola preocupado, noto como algo calido paseaba por su brazo, ¡Era la mano de el!

Los recuerdos de la noche anterior vinieron a su cabeza, lo que le dijo en la fiesta y sus palabras en la casa  ¡La había amenazado!

-No me toques –Asustada se arrastro por la arena hacia atrás  ¿estaba en la playa? Debió quedarse dormida anoche mientras lloraba.  Tenia frío, estaba desconcertada pero sobre todo tenia miedo.  No le quería cerca, estaba harta de sus reproches, de su odio.

-Espera –Damian trato de acercarse a ella, la forma en que la miraba le dolía ¿le tenia miedo? -¿estas bien? Déjame ayudarte

-No necesito tu ayuda –Caliope se levanto de la arena y salio corriendo dirección a la caza.  No quería su ayuda, no quería nada de el  Lo único que quería era volver a Londres, regresar a casa de una maldita vez. 

Atravesó de nuevo el jardin como la noche anterior, su cuerpo no dejaba de temblar, tenia frío, tenia miedo.   Entro a la casa y corrió hacia las escaleras cuando la voz de un hombre la detuvo, el único hombre en el que podía confiar.

-¿Caliope? –Sebastián la miro asustado -¿Qué ha pasado? ¿Estas bien?

-Sebastián –Se lanzo a sus brazos dejándose llevar de nuevo por el llanto –Quiero irme Quiero volver a casa por favor