La cena 1/3

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Dustin:
Pasaré por Danielle a las 6:30, tenemos reservación a las 7:30 en un restaurante muy elegante llamado Pfistermuhle. Nixie quedó en el pasado, decidí que con ella quedaríamos como amigos, al parecer no lo tomo muy bien del todo, literal recibo mensajes de ella cada 5 segundos, ya veo porque el rarito de Caleb la termino.
Salgo de mi cuarto muy bien arreglado, quiero darle una buena impresión a esa hermosa chica.
-A donde te vas vestido así- Kellen se burla.
-Jamás te haz vestido así- le digo con un tono seco.
-Huy, pobre de la chica- se retira, Kellen es un idiota, ya veo porque Nadine lo mando al diablo, se podría decir que terminaron lo que nunca empezaron, fue gracioso ver la cara de Kellen al escuchar a Nadine como loca gritándole porque según él había besado un chica el día del partido, esa chica resultó ser su hermana y le dio un lindo y cariñoso beso en la mejilla como todo buen hermano.

He llegado a casa de Danielle, bajo de mi coche y me veo por el retrovisor, me acomodo un poco camisa, quiero darle a Danielle una buena impresión. Toco el timbre y espero.
-Hola Dustin- ella abre la puerta, se ve hermosa, trae un vestido negro, muy pegado y arriba de la rodilla, se ve hermosa, esa sonrisa con la que me recibió, me encanta.
-Te ves hermosa-. No quito mi cara de bobo, literal estoy babeando.
-Gracias, se sonroja-.
Nos subimos al carro y partimos hacia el restaurante, durante el camino platicamos un rato, es una chica sería, pero cuando le haces la platica es una persona increíble, tiene una risa muy contagiosa, me encanta.
Llegamos al restaurante, nos dirigimos a recepción para que nos asignen nuestros lugares, pedí cerca de la ventana, siempre que voy con una chica a cenar me gusta escoger o lugares abiertos, en este caso era cerrado, pero con una ventana cerca.

Floy:
Son las 6:40 y todavía no estoy lista, me falta arreglarme un poco el maquillaje, la reservación es a las 7:15 y es en un restaurante bastante elegante llamado Pfistermuhle, es muy bonito, recuerdo que en mi graduación mi familia y yo fuimos a cenar ahí.
-¿Floy?-. Louis llama a la puerta.
-¿Qué pasa?- digo tranquila, me falta poco, que sea un poco más paciente, además no me dio una razón para ir a cenar con el, solo me dijo que tenía que contarme algunas cosas y que quería conocerme bien como Floy, no como Caleb.
-No te quiero apresurar pero ya se está haciendo tarde-. Hombres, a ellos no les importa cómo se vean.
-Ya acabe, se más paciente-. Salgo del baño, el está tirado en la cama, cuando me ve salir se me queda viendo fijamente, esa mirada era un poco incómoda, ahora se como se sentía el cuando veía su abdomen increíblemente marcado.
-Que hermosa- me dice con una sonrisa, ahora debo de agradecerle a Marx, el me trajo este vestido, con ayuda de Emily, el vestido es rojo vino, tiene un escote en la parte de atrás y en adelante casi nada, es de maga larga y pegado a mi torso, después de la cintura tiene vuelo y está arriba de mi rodilla, también debo agradecer por los zapatos, son unos tacones negros y de aguja, son hermosos porque tienen un lindo moño a los lados.
-Gracias, es hora de irnos-. Agarro mi bolso junto con un saco negro y salimos del cuarto, él se sigue mirando en el transcurso del camino.
-¿Te incomodo?- me pregunta, la verdad si, pero no voy a decirle eso.
-No- digo nerviosa.
-¿Segura?- me insiste, si ya sabes para qué me preguntas.
-Un poco, veo más normal que me mires como Caleb y no como Floy-. Y es la verdad.
A lo lejos veo a mi hermoso y sexy de Kellen que al parecer se está burlando de la vestimenta del idiota de Dustin, ahora el sí que me cae mal, me hace la vida imposible solo por lo que dijeron de mí en la conferencia y por lo del partido. Dustin se va enfurecido y deja a Kellen totalmente solo.
-Hola- me dice con voz seductora, esa voz me mata.
-Hola- le digo con una linda sonrisa.
-¿Podría saber el hermoso nombre de esta hermosa y sensual mujer?-. Si, si puedes.
-Me llamo Floy y ¿Tú?-. Louis me jala del brazo.
-Lo siento Kellen, se nos hace tarde- nos retiramos, te odio Louis.

El es ¿Una chica? |Erik Durm & Bárbara Palvin|Where stories live. Discover now