¡Recuerda! El amor es una ilusión, el universo es un holograma, compra oro.
Esperen, así no era...
¡Recuerda! La realidad es una ilusión, el universo es un holograma, compra oro.
Listo, ¡mucho mejor! ¿A quién le importa el amor?
Dibujo de la portad...
Mabel despertó muy temprano al próximo día, se había olvido de que ya no compartía habitación con su hermano así que se le hizo raro no verlo al abrir los ojos.
Cambio su pijama por un suéter negro con muchos puntos simulando ser estrellas y un jeans azul. Aunque tuviera 15 años seguiría siendo radiante como solo ella sabe serlo.
Cuando terminó de arreglarse, bajo a desayunar antes de irse de compras con sus amigas Candy y Grenda (que no veía desde el verano pasado).
En la cocina estaban sus tíos Stan y Ford, y su hermano que parecía no haber dormido bien. ¿Qué voy a hacer contigo, querido hermano?, pensó.
Decidió ignorarlo por ahora pero no se iba a librar de ella tan fácilmente, no por nada era la gemela alfa. Solo le sonrió y procedió a tomar un tazón para su cereal.
-¿Vas a ir al centro comercial? -Le preguntó Stan a la castaña en cuanto esta se sentó junto a Dipper.
-Sí -Le respondió y en unos minutos terminó con el cereal. Se levantó, tomó su bolso y se despidió de su familia.
Se encontraría con Candy y Grenda en el centro comercial. Mientras caminaba hacia allá pensaba en cosas sin importancia alguna; como que el día era agradable, que había dejado a Pato al cuidado de Dipper (bueno eso si es importante) y que los habitantes de Gravity Falls eran muy ignorantes (ahora sabia la razón).
Cuando entró en el centro comercial, se tomo unos momentos para contemplar los cambios que había tenido en el tiempo que ella no estuvo en el pueblo.
Empezó a caminar a la heladería donde esperaría a sus amigas, esperaba que el establecimiento todavía estuviera donde se encontraba la última vez.
Miró su celular para revisar un mensaje que le mando Candy avisándole de que había llegado y que Grenda estaba con ella. Sonrío y antes de poder contestarle, se tropezó con alguien.
-Lo siento -Dijo y levanto la mirada a un chico rubio que desconocía.
-¿Por qué no mejor miras el camino en vez de ese inútil aparato? -Le preguntó con una voz que si conocía. No, no es cierto. ¿Cómo es posible?
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