¿Quién eres tú?

82 6 8
                                    

Abri mis ojos lentamente, ya que a pesar de haber tenido una noche tranquila y sin pesadillas me sentía inquieta.

Como si alguien me estuviera vigilando, pero eso era imposible ya que después de cada pelea me aseguraba de poner el candado a mi puerta. No iba a permitir que de nuevo Frank intentará abusar de mi. Sonrió al recordar ese momento, le di una buena paliza. La primera y la última, porque después de eso se enteró de mi "trabajo".

Con mucho cuidado me fui incorporando de mi cama hasta quedar sentada hasta la orilla. Fue en ese momento en que me di cuenta de que mis heridas estaban curadas. Eso era extraño, no recuerdo haber curado nada, solo se que me dormi al momento de haber tocado mi cama.

-¡¿Que mierda?!- De un salto me paro completamente. Gran error.

Siento como se abren algunas heridas de mi espalda. Es un dolor insoportable, ya que todas mis heridas son recientes.

No lo soporte mucho. En mis peleas de esta semana mis contrincantes habian dañado principalmente mi espalda y mi pierna derecha.

Estuve a punto de caer pero inesperadamente senti unos brazos en mi cintura, senti como me levantaba delicadamente sin tocar mi espalda.

Antes de perder el conocimiento volví a ver esos ojos.

Azul y dorado.

Unos golpes en mi puerta me sobresaltaron. Mire mi reloj de pulsera y me di cuenta de que eran más de las cuatro de la tarde. Esta vez me incorporé con mucho cuidado. Salí de mi cuarto y cerré con llave. Ya que en un lugar de mi cuarto tenia dinero escondido. Y era bastante.

Fui directo al cuarto de mi hermana y como siempre entre sin preguntar.

-¡RUTH!-. No podía creerlo, mi hermana de 10 años estaba hecha un desastre y a su lado un perro callejero. Tal parece que intento darle un baño pero al parecer fue ella la que terminó dándose un baño.

-¡¿Se puede saber que diablos haces con ESA cosa?!-. Al parecer no se habia dado cuenta de mi presencia porque al momento de escucharme se sobresalto. Para mi desgracia mi enfado no duro mucho. Recorde que no le gustaba verme herida. Siempre me encerraba en mi habitación hasta que algunos golpes, especialmente los de mi rostro se desinflamaran.

-¡Tu rostro!.- Dejo al perro y fue corriendo hacia mi. Me abrazo y yo la separe de inmediato. No me gustaba que me tocara despues de haber peleado. Me sentia sucia y era como pasar mi suciedad a ella.

-No te preocupes, sabes como es esto.- No quise darle importancia porque en realidad no la tenia. Ya estaba acostumbrada al dolor. Tanto fisico como mental.

-Se puede saber... ¿Porque diablos volviste a pelear?- Mire a mi hermana molesta.

-No quiero que maldigas Ruth.- Veo como hace un puchero. Infantil para su edad, pero a mi no me importa. Es mi hermana después de todo.

-Sabes que no podemos tener animales en esta casa Ruth.- Entre a la habitacion y puse el seguro a la puerta. Ruth solo se encoge de hombros y regresa con el perro.

Yo en cambio me siento en una silla y observo a mi hermana. Después de que tenga la custodia de mi mamá, peleare la custodia de Ruth. Ella sabe porque hago todo esto, y también de mis planes para nuestra pequeña familia.

Miro su rostro y sonrió. Esta feliz, pero se que ha Frank no le agradara la idea de tener a un perro callejero en la casa.

-¿Dónde esta Frank?-

-Fue a gastarse TU dinero. Aún no estiendo porque seguimos con él.- Mire a mi hermana con seriedad. Ella sabia el porqué.

Pero no iba a discutir ahora. Estaba muy cansada, asi que lo mejor era seguir descansando. Me acerqué a ella y le di un beso en la frente, le di mi mejor sonrisa y me fui a mi habitación.

Cuando estaba por quitarle el seguro recordé lo sucedido con mis heridas y lo que paso hace un rato.

Idiota.

Había alguien en mi habitación y yo como si nada paseando y dejando sola a mi hermana. Tome un martillo que estaba en el corredor y quite el seguro. Entre lo mas sigilosa que pude, pero al parecer no fui lo suficiente discreta, con cada paso que daba, la maldita madera rechinaba con cada paso que daba.
Entré y camine a mi cama, tal vez era una paranoica.

-Si te sientes mal no deberías salir de la cama- salte al escuchar eso, mire debajo de mi cama y ahi estaba un hombre semidesnudo. Abre los ojos y me quedo sin habla.

Dios mio, es un ángel...

Un ángel bajo mi cama...

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 27, 2016 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Un Angel Bajo Mi CamaWhere stories live. Discover now