Capitulo|14

764 71 2
                                    


*Erin*

Desperté y lo escuche respirar agitada mente. No me moví. Algo me decía que era lo mejor.

-... Te daré ese futuro, amor.

Sus palabras me llegaron al corazón.

***

Habían pasado varios días desde que Gregor volvió.

Mi hermano seguía enojado y Jane ha estado mas feliz y viva.

Yo estaba mejor. Gregor me daba fuerzas. Poco a poco las palabras volvían a mi. Estaba progresando.

Hoppe estaba creciendo. Crecía con rapidez.

Las idas a consulta se volvieron semanales y Jane casi nunca estaba en casa por su trabajo.

Sentía que algo no estaba bien.

Habían veces en que Gregor y Eric se juntaban solos y comenzaban a hablar a punta de murmullos. Sabia que no eran cosas buenas desde que sus caras se deformaban con ira de vez en vez.

Me tienen nerviosa. No me dejan salir sola, siempre están alarmados, hay unos hombres que vienen por la tarde y les dicen cosas..., hasta les ví armas en la pretina del pantalón hace unos días.

Todo esto me esta asustando.

Camine hasta la cocina, por lo bajita y liviana que era, mis pasos no hacían el menor ruido. Jane se ha pegado unos sustos de muerte en algunas ocasiones.

Cuando estoy llegando algo capta mi atención. Los dos están allí.

Abro mi boca para saludar, a Eric le emociona oírme hablar y disfrutó cada vez que se pone feliz. Estoy por emitir palabras cuando escucho lo que dicen.

-Eric, ¿cuanto mas esperaremos para matar a ese cabron? Fue el culpable de lo que esta pasando Erin. John es un peligro si sigue suelto y con vida...

Las palabras de Gregor me afectan tanto que el baso que traía en la mano se me cae, rompiéndose en muchos pedazos que caen al rededor y sobre mis pies descalzos.

Los dos se sobresaltan y se apresuran para llegar a mi. Al llegar comienzan a despotricar y maldecir. Pero no les escucho.

Siento como me levantan y me sientan en uno de los bancos altos de la barra en la cocina. Gregor coge mi cara entre sus manos y busca mi mirada. Me habla pero se escucha lejísimos.

-Cariño... Respira... Amor, tienes que respirar... Anda, inhala... ¡ERIN!

Me doy cuenta de que, efectivamente, no estaba respirando y lo intento. Pero es difícil. Al final logro hacerlo y tomo una bocanada de aire.

Los dos suspiran aliviados.

¿John esta con vida?

***

Hace una semana me entere de lo de John. Me explicaron y me tranquilice un poco.

Todos habían salido y yo estaba aburrida por lo que salí a dar un paseo. Me senté en un banco del parque a mirar a las familias jugar y reír.

Escucho a un niño llorar a mis espaldas y lo busco con mi mirada.

Estaba solo, sobre el suelo. Me levante y camine hacia él.

Toque su cabeza y él me miro. Esos ojos...

Él no debía tener mas de tres o cuatro años.

Lo saludo con mi mano y le sonrió.

-Hola - me dice.

Mí Demonio.Where stories live. Discover now