Capítulo 19

2.4K 116 6
                                    

  Hoy es Lunes 25 de Junio de 1990, han pasado días desde aquella propuesta de irme a vivir con Michael a lo que he respondido con un 'no' rotundo. Me he mantenido firme a pesar de los polvos de entrar en razón. ¿Por qué he dicho que no? Bueno, lo amaré mucho pero no me parece correcto. No puedo vivir con él, dormir con él y sé perfectamente que él no me dejaría dormir en una habitación separada, sino con él en su cómoda cama como si fuéramos esposos o algo parecido. Realmente no quiero entrar en el tema. Estamos en el estudio Ocean Way desde hace una hora, Michael está dentro con decenas de personas, no sé qué hace porque me han excluido, tal vez porque no me necesitan. Debo aprovechar esta oportunidad para descansar ya que durante unos días atrás, Michael, yo y toda la empresa "MJJ Productions" ha estado dando vueltas de aquí para allá, ha sido unos días muy ocupados y muy estresados. Apenas he tenido momentos privados con Michael, casi no hablamos de nosotros sino de lo que tengo que hacer por el trabajo. Cumplimos nuestro papel de Jefe-Asistente, y aunque me alegra que esté trabajando después de unas largas vacaciones, necesito sentir esa cercanía de antes; sé que es por el trabajo, pero desgraciadamente me he acostumbrado a él, a tenerle todo el tiempo para mi. 

Una chica de traje, rubia, atractiva y en enormes tacones, se me acerca con una pequeña taza de café. Le sonrío cuando lo tomo y ella se sienta a mi lado.

— Soy Vee, Vee Speers — Me sonríe. — Y tú eres Katherine Ferrer, ¿no?
— Sí, soy yo. — Respondo, tomo la cuchara que descansa sobre el plato de cerámica y muevo el café. — Un placer conocerte, Vee.
— Igualmente. — Se limpia una mancha invisible de su falda.— ¿Sabes? Fue increíble servir al Sr. Jackson como su asistente personal.
Giro a verla ocultado que me extraña lo que acabase de decir, porque sé que lo está diciendo con una intención que no me gusta.
— ¿Eres una de sus ex-asistentes? — Pregunto interesada, ella sonríe y asiente haciendo un mohím.
— Sí, algo así. — Suspira ante mi silencio. — Por un par de días, creo que estabas de vacaciones fuera de América.
— Oh, sí. — Sonrío, ¿cómo lo supo esta tía? Parece que trama algo. — ¿El Sr. Jackson te lo dijo?
Asiente acomodándose su cabello rubio, para nada natural.
— Sí, Katherine. — Se pone de pie. — Es muy apasionado, ¿no? ¿También es así contigo?
— ¿Así cómo?
— Tan apasionado. — Ríe y da unos cuantos pasos para irse. — Disfruta el café, no saldrán de ahí hasta que se les haya secado el cerebro.

Vee se va. ¿A qué se refiere con "tan apasionado"? Si se refiere a lo que tengo en mente, juro que le arranco las pelotas al tío que tengo como Jefe. Llevo la taza de café a mis labios y le doy un delicado sorbo. Hago una mueca de horror cuando se trata de café amargo. Me inclino hacia delante y dejo la taza de café sobre la mesa de centro, me acomodo, tomo mi bolso y saco mi teléfono de éste. Telefoneo a Madisson para que pueda tener un poco de distracción, sé que está trabajando pero ella siempre responde mis llamadas aunque esté prohibido hacerlo.
Cuando la llamada es respondida, no es precisamente silencio lo que se escucha. Ni siquiera tiene tiempo para responderme porque está en medio de algo que le ocupa mucho tiempo como gemir. Mis ojos se salen poco a poco por lo que estoy escuchando... joder, ¿está teniendo sexo? Dudo si colgar o no, pero su voz jadeante me saca del lecho. ¿Quién responde una llamada en medio del sexo?

— Kathe, hola... — Ríe. Joder, esto es realmente vergonzoso. Creo que ya no veré igual a mi amiga.
— ¿Qué haces? — Pregunto esperando que sea mi imaginación por la falta del sexo constante.
Gime.
— Me dan un masaje. — Gime encantada. — Debes venir aquí, acaban de abrir el negocio.
— Oh... — Expreso. Sólo le están dando un... masaje. ¿Qué me pasa? ¿Acaso solo pienso en sexo? Comienzo a reír mentalmente, ha sido vergonzoso. — No sabes cuánto necesito un masaje ahora.
— Claro que sé, no es que yo sepa porque todos los días me cuentas lo pesado que ha sido el día y lo abandonada que te tiene mi ídolo. — Se echa a reír. — ¿Y qué haces?
Pongo los ojos en blanco.
— Nada, estoy en una pequeña sala esperando a Michael. — Suspiro. — Está grabando, me parece.
— Eso toma mucho tiempo.
— Lo sé, ¿pero qué puedo hacer? Nada. Tengo que esperar a que me pongan a hacer algo.
— Yo, sinceramente, ya estuviera durmiendo. — Gime. — Oye, un poco más abajo....
La puerta del cuarto de grabación se abre dejando ver a John Branca. Me recompongo cuando veo que se acerca a mi.
— Aquí estás... — Dice una vez cerca.
— Madisson, te hablo luego. — Cuelgo. — Hola, ¿qué pasa?
— Michael quiere que estés dentro. — Me ofrece su mano, la tomo y me pongo de pie. — Veo que no me hiciste caso...
— ¿Sobre qué? — Pregunto mientras nos ponemos en camino. El ríe de forma ronca.
Gira a verme.
— Sobre mantenerte lejos de él, Katherine. — Se detiene. — Es un buen hombre, pero las mujeres... precisamente como tú, lo hacen hacer estupideces.
— Yo no he visto que haga estupideces. — Grazno. — ¿Qué estupidez ha hecho?
— Tendrás que descubrirlo. — Abre la puerta del cuarto de grabación. — Vamos, entra.

#2 Poseída por el DeseoOnde histórias criam vida. Descubra agora