Karma, Tienes 14 Años (II PARTE)

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— ¡Oh Vamos! —gritó Luke mirándome como si fuera a matarme. —No puedes ser más cobarde. —frunció el ceño. —Dile la verdad a mamá. —dijo y se fue a su habitación.

— ¡No me vengas con tonterías, Luke! —grité para que me escuchara.

¿Qué demonios había pasado?

Luke, los gemelos y yo habíamos estado jugando Twister por un largo rato hasta que los gemelos intentaron hacer un truco y eso causó que Ricky saliera lesionado.

¿Quién tuvo la gran idea? Pues Nick. Y ellos me echaron la culpa por seleccionar tal juego.

—Me duele mucho, Karma. —Lloró Ricky. —Quiero que venga mamá, ahora. —rogó. Nick tenía abrazado a Ricky por la espalda.

Estoy en problemas.

Mi madre me va a matar al llegar a casa. Necesitaría ir al hospital, decirle a mi madre que Ricky fue a una pijamada con sus amigos y que volvería mañana en la noche. Eso es un gran plan.

No funcionará.

Sí, si funcionará.

No, claro que no.

¡Cállate!

— ¿Karma? —me llamó Nick y lo miré diciendo '¿uhm?' — ¿¡Qué demonios haremos!? —gritó.

— ¡No lo sé! —grité. —Sólo... —me rasqué la nuca. —Esperen un minuto. —salí del living.

Fui corriendo hacia mi habitación, cogí mi móvil y llame a Will. ¿Adivinen quién tiene un padre doctor? Pues el menos importante de Will.

— ¿Qué quieres? —preguntó.

—Tú ayuda. —respondí.

—No jodas, y dime lo que quieres. —dijo amargo.

— ¿Qué te pasa? —pregunté con rabia. — ¿Acaso estas con Andrés? —pregunté estúpidamente.

— ¿Qué? ¿Quién demonios es Andrés? —preguntó alterado

—Olvídalo. Sólo necesito tu ayuda. ¿Vale? —pregunté.

— ¿Que sucedió? —preguntó.

—A Ricky se le torció el pie. —dije preocupada.

— ¿Doctor? —preguntó refiriéndose a su padre.

—Sí, rápido, por favor. —rogué y el colgó.

El padre de Will nos podría ayudar en mucho. Le decimos que se cayó de las escaleras bajando rápido porque tenía hambre y listo, se lo creerá igual que mi madre y padre.

Al llegar Will y su padre intentamos tranquilizar a Ricky porque pensaba que le iban a poner una inyección.

Ricky sólo se había doblado su pie, nada grave. Pero se le había hinchado un poco así que bajaría la hinchazón en cuanto llegara mi madre.

Agradecí al padre de Will. Después estuvimos esperando mensajes de regaños de parte de mi madre ya que sabíamos que la mamá de Will le iba a contar tal chisme

— ¡¿Qué te pasa por la cabeza, Karma?! —gritó mi madre. — ¡¿Acaso te dije que lesionaran a tu hermano?! —preguntó enfurecida. — ¡Castigada por dos semanas! ¡Sin móvil, televisión, Will y Patrick, música y...fiestas! —gritó. Yo sólo me mantenía en silencio inventando que mi madre no me dé una abofeteada.