El Libro de los Secretos

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Ryou, Bakura y Yugioh! En general no me pertenece, de ser así sería una serie para mayores de edad.
Este one-shot participa en el concurso YGO2016 que está organizando MICHELLJANG . Espero lo disfruten

"Aplica el producto en el cabello y deja hacer efecto por cinco minutos, luego aclara con agua tibia y..."

Zap.

"Llevamos la mezcla al horno precalentado a 180 grados por una hora..."

Zap.

"¡Soy el mapa! soy el mapa, soy el mapa. Yo los puedo ayudar, a los sitios encontrar ¡Soy el mapa!"

Zap.

"Muy bien, coloquen los brazos delante y empujen, empujen, empujen. Vamos todos de pie y empujen conmigo. Empujen, empujen, empujen"

─No en esta vida ─con aburrimiento mordió la punta de su paleta helada y volvió a cambiar de canal.

Zap.

"...Y cuando salga el sol, el mundo conquistarán. Son Pinky, son Pinky y cerebro-bro-bro-bro-bro-bro-bro-bro.

Bajó el brazo donde tenía el control remoto y se acurrucó mejor en la incorrecta posición atravesada que mantenía sobre la silla de felpa color azul petróleo frente al televisor mientras terminaba su fría merienda, una paleta de color celeste.

─ ¿Es en serio, hikari? ─se quejó el yami del muchacho, apareciendo recostado en la cama al lado derecho de la silla donde el menor se hallaba.

El más joven suspiró, hizo para atrás su largo cabello blanco y dejó caer su cabeza en el reposabrazos ─mqne qmihgn qnm mngh? ─ 'habló' con su paleta en la boca.

─Primero, que te saques esa cosa antes de hablar ─se quejó el yami con un tic en la ceja derecha, aun cuando lo había entendido perfectamente.

Ryou metió su paleta completa en la boca y al retirar su mano el palito estaba completamente limpio, relamió sus labios antes de hablar ─dije: ¿qué quieres que haga? ─el menor suspiró, jugueteando con el palito de madera pegajoso ─no hay nada más interesante que ver ─se quejó el chico de casi 15 años ─además tengo calor, los veranos aquí en Inglaterra son peores que en Japón ─se echó aire con la mano.

─ ¿Y por qué diablos no te recoges el pelo? ─propuso el mayor, apoyando su rostro en la palma de su mano con los ojos cerrados.

─Mooo, sabes que no me gusta ─infló las mejillas y expuso los labios en un puchero que al mayor le pareció adorable ─cuando me hago una coleta... ─bajó la voz ─parezco una chica ─declaró apenado, desviando sus ojos a lado y lado.

Bakura no se molestó en reprimir la risa burlesca que le provocaba escucha tal afirmación de su hikari, se llevó las manos al abdomen mientras se tendía bocarriba. Por supuesto que nunca dejaba pasar la oportunidad de reírse de su luz.

Ryou frunció el ceño e infló más las mejillas ─ ¡No te burles de mí! ¡No te burles de mí! ─agitó los brazos a lado y lado con los ojos fuertemente cerrados y las mejillas coloradas ─Bakura eres un tonto ─le sacó la lengua infantilmente.

El yami paró de reír y entrecerró sus fríos ojos en su contraparte, en menos de un parpadeo ya estaba junto a la silla, del lado en que colgaban los pies de Ryou. Apoyó una rodilla en el reposabrazos, justo en medio de las piernas cubiertas por el jean blanco de su hikari. El mueble no resintió el peso de la figura espectral, todo lo contrario Ryou lo sintió perfectamente y paró su berrinche, dirigiendo sus ojos a su guardián al momento que este se inclinaba sobre su cuerpo por lo que se hizo para atrás instintivamente sin embargo estaba acorralado por el mueble.

Misterios de la Vieja CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora