Capítulo 5 : La familia Rader.

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Me desperté justo cuando el coche de Miriam traspasó un cartel en el que ponía Reserva de BlackWest en grande.

¿Una reserva?

Nada más cruzar el principio de lo que parecía un pequeño pueblo, las voces de niños corriendo y sus risas invadieron el ambiente. Las casas de madera se extendían por ambos lados del camino y se podía ver que detrás de cada una, el bosque parecía acechar. El coche se detuvo en una de ellas y Miriam me miró desde el asiento del conductor.

-  Vaya, veo que ya estás despierta - sonrió. 

Se bajó y me abrió la puerta pero, cuando estaba a punto de salir y seguirla, los brazos de Kai me cogieron y me levantaron. 

-  Bájame, puedo andar -  dije esperando su respuesta irónica. 

Pero no me respondió, se limitó a llevarme donde se encontarban una mujer con el pelo rubio de unos aproximados cuarenta años, un hombre moreno con el pelo negro de la misma edad que la mujer y una señora mayor de unos setenta años. Me quise morir de vergüenza, yo estaba en brazos de Kai enfrente de los que suponía que eran su familia, parecía una escena de película. 

-  Kai -  le sonrió su madre -. ¿Estás bien? 

Él asintió y me miró haciendo que un silencio incómodo se formara en el ambiente.No sabía que decir ni sabía como interpretar la mirada de Kai.

-  Hola -  me saludó la mujer después de ver que su hijo no iba a decir nada más -. Me llamo Alanis Rader, soy la madre de Kai, encantada de conocerte. Él es mi marido Bastian y mi madre Edna. 

-  Yo soy Joyce -  intenté sonreír con amabilidad, lo mejor que pude contando que sentía los ojos azules de Kai sobre mí.

-  Bueno -  dijo el estúpido que estaba a mi lado con un tono aburrido -, ahora que se han hecho las presentaciones voy a llevar a Joy a su habitación, necesita descansar. 

Todos asintieron aunque sentí la mirada inquisitiva de la abuela sobre mí. Pensé que no le había agradado pero me daba la sensación de que se trataba de algo más. Kai subió las escaleras conmigo en brazos, ¿es que no se cansaba de cargarme a todos lados? ¿ A caso sentía demasiada gratitud porque yo le había ayudado y quería pagármelo? ¡Pues iba muy mal, la verdad! Me llevó hasta una habitación llena de pósters de grupos de música e imágenes de dos niños pequeños jugando en el parque y me tumbó en la cama. Abrió una puerta que por lo que vi era el baño y oí el ruido de la ducha que invadió el ambiente. 

-  Ven -  me dijo Kai desde el baño. Me levanté y entré para ser empujada hacia la ducha con ropa puesta y todo. Miré a Kai molesta, a punto de saltar encima de él y arrancarle cada pelo de la cabeza, cuando su pulgar rozó mis labios dejándome como una tumba -. No digas nada por una vez, solo déjame. 

No supe de lo que hablaba hasta que sus manos me quitaron la ropa mojada y la tiraron fuera de la ducha para dejarme en ropa interior. Por lo menos tuvo el detalle de dejarme así, no quería que viera nada más aunque estar así, delante de él, hizo que mi corazón empezara a latir con fuerza. Sus manos esparcieron jabón por mi cuerpo con delicadeza, deteniéndose en cada recoveco que encontraba, como si quisiera memorizarme. 

-  Kai...

-  Shh - me susurró en mi oído al tiempo que capturaba mis labios con los suyos, callándome, perdiéndome, rindiéndome.

Sus manos me dieron la vuelta e hicieron que el agua cayera por mi cuerpo deshaciéndose de los restos de jabón. El agua dejó de caer sobre nuestras cabezas y Kai me sacó de la ducha y me envolvió con una toalla. 

Estaba sin palabras. ¿De verdad no había sido un sueño del que me reiría cuando despertase? Parecía que no ya que sentía corrientes en mi cuerpo cada vez que Kai estaba cerca, cada vez que sus labios rozaban los míos o simplemente cuando me miraba fijamente. 

-  Joy -  me giré y sentí la mano de Kai agarrar la mía para llevarme hasta la cama y arroparme con las sábanas para después sentir como sus brazos me rodeaban -. Duerme, estaré a tu lado. 

Quise no dormirme, no hacerle caso, rebelarme pero parecía que todavía estaba débil ya que mis ojos se cerraron un segundo después. 

Lo último que sentí fue los labios de Kai besando mi hombro.











Unas voces que provenían del otro lado de la puerta me despertaron. Hablaban de mí, podía oír como mi nombre era dicho un montón de veces aunque las voces me parecían distorsionadas. Me levanté de la cama sin hacer ruido y traté de entender las voces que se colaban por el hueco de la puerta que estaba entreabierta. 

-  Ella no debe saberlo todavía, no reaccionará bien y no quiero que se alejé de mí, ya sabes que eso haría que mi marca quemase.

-  Lo sé, hijo, pero ella debe saber que eres un hombre lobo, ¿te imaginas lo que harías tú si te llevaran a una casa con gente desconocida y no supieras quiénes son?

-  Sí, lo sé, pero yo la necesi...

No escuché más, había oído lo suficiente. ¿A caso los hombres lobos no se habían respresentado siempre en las películas como los enemigos acérrimos de los vampiros? 

No me lo pensé un segundo y me vestí con la ropa negra que había encima de una silla para después asomarme a una ventana y unir las sábanas de la cama. Tiré mi invento por la venta y bajé con cuidado, nunca lo había hecho y no quería esnucarme aunque, ¿los vampiros podían morir apachurrados contra el suelo?

Sin duda era una buena pregunta. 

Corrí detrás de las casas por miedo a que los demás habitantes del pueblo - que se me antojaba que también eran hombres lobos - me vieran y alertaran a los Rader. Me alejé de BlackWest y corrí entre los árboles del bosque intentando no tropezarme con ninguna rama. Mi oído se agudizó y sentí como los colmillos me salían al sentir pisadas detrás de mí. 

Pero ya era demasiado tarde, estaba rodeada. 

Beyong To My Mate [SD1]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang