Ésta vez era una especie de palacio blanco y Julieta caminaba al rededor de él, como si nada, las ventanas eran gigantescas, subió las grandes y lujosas escaleras del palacio mientras hacía sonar sus tacones de cristal y arrastraba su vestido.
Al llegar al fin de las escaleras estaba lleno de puertas, eran infinitas. Arriba de cada puerta había un letrero con un nombre, apellido, sexo, país, y fecha de nacimiento.
Supuso que eran los sueños de las personas.
Entró en la primera puerta.
Erices Fehnn
Fecha de nacimiento: hace millones de años
Hombre/demonio
El infierno.
Algo nerviosa, abrió la puerta y entró.
Era un pasillo blanco, con baúles que tenían archivos, en uno decía recuerdos y en el otro decía, sueños, y en otro decía Crea un sueño para Erices.
Se acercó al baúl donde decía recuerdos, movió sus manos formando una llave, la cual abrió el baúl.
Era un agujero oscuro que las estrellas rodeaban, el agujero giraba como un remolino, metió su cabeza y cayó al vacío.
Julieta caía.
A su al rededor le aparecían imágenes de Erices en su infancia, de Erices con ella y Ethan. Escuchaba risas pero sobre todo veía a Erices en las imágenes, estaba en todas las imágenes feliz, hasta que una se posó en frente de ella, él estaba como ahora, con la misma ropa, estaba llorando, Julieta posó su mano en el rostro de él y entró al recuerdo.
Ella caminaba en el aire, pero el no podía verla.
Erices estaba tendido en el suelo llorando y gritando a la vez.
¡Julieta!, ¡Julieta! Me ha olvidado....ayúdame a recordarla....
Luego después de esto, el se clavaba una espada dorada en el corazón y dormía por siempre.
¡No! -gritó Julieta acercándose a él.
El se levantaba del suelo con los ojos hinchados y miraba directamente hacia donde estaba ella, pero el no veía nada.
Julieta no resistió y salió de ahí caminando hacia arriba, hasta que llego a la habitación donde estaba.
Salió inmediatamente de ese lugar hasta llegar al principio del palacio, subió la otra escalera, donde se encontraba su habitación, se recostó en su cama y se puso a llorar, luego se durmió.
Despertó al mismo tiempo en el que se durmió en el suelo, ya no estaba en la jaula, salió por el camino abierto del librero, luego vio el acceso de arriba, subió la escalera hasta llegar arriba y ahí fue cuando escuchó todo.
Escuchaba gritos de dolor, ¿esa era Evangeline?, también escuchaba relámpagos y lluvia, luego buscó alguna puerta, salió por esta, y entonces ahí pudo verlo todo.
Erices, Tara, Ethan, Doomie, Sebastian y Philip luchando contra magos.
Y Evangeline y Raider luchando algo alejados de los demás.
Los demás luchaban, pudo ver a Erices con algunos rasguños en su rostro, a Philip sangrando del brazo y a Sebastian inconsciente en el suelo, todo estaba mal.
Luego se limitaron a mirarla, con los ojos boquiabiertos, el sol había acabado de salir y Julieta resplandecía, sus tacones sonaban y su vestido se arrastraba.
Estaba corriendo, iba directamente hacia Evangeline y Raider.
Evangeline tiraba rayos hacia Raider y este le tiraba fuego.
Julieta sin pensarlo sólo corrió hacia ellos dos, se posó al medio y gritó:
-¡Basta!
Pero ya era demasiado tarde.
Evangeline había enviado un hechizo de Iluminación hacia Raider y éste había tirado rayos.
Julieta se posó al medio, cerró los ojos y se cubrió el rostro con las manos.
Y justo en ese momento deseó no haber interferido.
Escuchó un gemido de dolor.
¿Ese era Erices?
Abrió los ojos.
Era él.
Estaba en medio de Raider y Evangeline.
Tendido en el suelo.
Julieta estaba horrorizada.
-¡No! -gritó.
No,no, no, no, no, no, no....-pensó.
Se acercó a el.
Erices gemía de dolor tocándose el pecho que le sangraba. Y Julieta lloraba al lado de él.
-¡No!
Ethan y los demás al escuchar los gritos de Julieta, abandonaron la batalla y corrieron hacia ellos.
Erices seguía vivo, pero estaba muriendo de a poco.
Todos estaban parados mirándolo.
Philip estaba con la cabeza hacia abajo.
Tara parecía que quería llorar, pero no lo hacía.
Ethan lloraba en silencio.
Doomie y Sebastian también estaban llorando.
Mientras que Evangeline se quedó tendida en el suelo lamentándose.
Y Julieta...ella estaba destruída.
Erices al ver que todos estaban mal, dejó de gemir, aunque le dolía harto.
Sonrió y dijo:
-Todos tenemos un fin, estoy bien y todo va a estar bien, mi destino era morir, Julieta.
Julieta siguió llorando.
- ¿Por qué?
- Ten esto.
Sacó de su bolsillo una carta y una cinta azul para el cabello y se las dió a Julieta.
- No me olvides.
-Nunca lo haré, lo prometo -respondió Julieta entre sollozos.
Después de esto los ojos de Erices brillaron y miró a todos con una sonrisa, hasta que su mirada se posó en Julieta, la cual, lo había agarrado de la mano.
Y cerró los ojos.
