Epílogo.

16.7K 1.2K 419
                                    


Según la opinión de Chanyeol no podía existir ninguna maravilla más grande que observar los ojos de Kyungsoo teñirse de pasión justo en el mismo momento en que alcanzaba el clímax que él mismo le proporcionaba. Sus brazos fueron incapaces de sostenerlo por más tiempo y terminó derrumbándose sobre su amado, pero tuvo la suficiente mente fría como para rodar un poco para no cargarlo con su peso. Al sentir su movimiento de retirarse, Kyungsoo lo apretó con fuerza contra su cuerpo, reacio a estar medianamente separados, aunque sus cuerpos siguiesen íntimamente unidos. Para solucionar ese problema, Chanyeol se puso de espaldas al colchón y apretó el cuerpo del joven contra el suyo.

Ninguno de los dos dijo algo, pero las palabras eran absolutamente innecesarias en aquel momento, lo único verdaderamente importante era paladear el glorioso sabor de su nueva vida.

Nueva vida. Era curioso cómo sólo hasta ese momento era consciente del cambio que acababa de ocurrir, que sólo hasta que lo tenía entre sus brazos tras experimentar el más dulce de los placeres era que finalmente podía darse cuenta de que las vidas de ambos acababa de cambiar unas horas antes.

Enderezó un poco el rostro para fijarse en la mano que Kyungsoo tenía apoyada posesivamente en su pecho, aunque sería más específico decir que su atención la enfocaba el sencillo anillo dorado que portaba en su dedo anular. Como si quisiera terminar de encajar unas piezas del rompecabezas elevó su mano derecha para contemplar su propia sortija de boda.

Enterró su barbilla en la coronilla de Kyungsoo, queriendo inundar sus fosas nasales con el dulce aroma de su esposo. Su esposo. Todavía le parecía desconcertante cómo Kyungsoo se despertó aquella mañana siendo Do KyungSoo y horas después era Park KyungSoo, porque su exigente chico le dejó muy claro que quería tomar su apellido como propio; no por una razón de importancia, a final de cuentas ya casi todo mundo sabía que él no era un huérfano cualquiera sino... ligeramente importante, sino porque Kyungsoo quería entrar en su propia familia y no que Chanyeol entrara en la suya. Una cosa un tanto confusa para él si era sincero, pero a su esposo parecía importarle así que aceptó.

A través de la ventana entreabierta se colaba la melodía de las olas y el aroma salado del mar; podían haber elegido cualquier lugar para pasar la luna de miel, pero ambos decidieron que el mejor lugar posible era regresar a la misma playa en que pasaron sus días de escapada. Fue ese lugar donde las cosas cambiaron definitivamente para ellos, el lugar en que finalmente fueron capaces de bajar las barreras lo suficiente como para creer en lo que estaba pasando.

-¿En qué piensas?

La voz de Kyungsoo lo tomó por sorpresa, tan perdido como estaba entre sus recuerdos, pero sonrió al escucharle. Quizá era una cuestión absurda emocionarse tanto por escuchar una pregunta tan simple pronunciada con ese deje cariñoso que tenía la voz de Kyungsoo, pero, ¡joder! Por años pensó que un futuro así sería imposible, que estaría condenado a amar en secreto por siempre a ese hombre, condenado a estar atado irremediablemente a él sin una sola esperanza. Nadie debería criticarlo por sentirse como un idiota afortunado por haber logrado conquistar a el chico al final.

-¿Que en qué pienso? –hizo un sonido de vaguedad mientras movía perezosamente su mano a lo largo de la columna de su esposo. En que nos hemos acabado la botella de champagne y tú no probaste una sola gota.

-Oh. Es cierto que no pude probarla pero... tú lo hiciste por ambos. Y tuvo un mucho mejor uso que haberme tomado una copa de ella.

-Eso sin ninguna duda. –volvió a cambiar de posición, girando hasta ponerlo boca arriba y dirigió su cabeza hasta su estómago, que lucía brillante y ligeramente húmedo- Beber champagne de la mejor cosecha en una copa debe ser algo genial, pero no creo que vaya mucho conmigo; en cambio beberlo de tu maravilloso cuerpo... eso sí que es mi estilo.

Dulce Venganza (ChanSoo)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang