-juraste que nunca me dejarías....y te crei, juraste que nada nos separaría y volví a creerte.......pero ya no lo haré.
Cleo Brown, esa soy yo, la que lo perdió todo.
Mi familia, mis amigos, todos murieron delante de mi y no pude hacer nada para ayu...
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-"vive, amor mio"-
-callate de una maldita vez!!- otra vez el mismo sueño. Esa era mi alarma.
Otro móvil, pienso, ya son 5 en este mes. Necesito un baño, ya no podré dormir otra vez así que decido que es mejor entrenar un poco.
Algunas veces me desagrada verme en el espejo a mi misma. Talvez es porque sigo culpándome de ese suceso y al verme solo observo a una asesina. Me reprocho el pensar eso y sigo golpeando el saco para quitar un poco de la frustración.
Ya lista, me veo en el espejo y a mi mente solo llegan recuerdo de disparos y una gran peste a muerte.
-Control, es lo único que necesito- me repito, un mantra mío.
Aún me pregunto que hubiese hecho si las cosas hubiesen sido distintas. Ya han pasado 7 años y mi tiempo sigue deteniendo en ese día frío y oscuro. Salgo de la gran mansión, que ahora sin sus precensias, me parece un lugar muy grande y al mismo tiempo tan pequeño que te ahoga. Afuera encuentro a la persona que me ayudó esa vez, cuando él también me dejó, llegó al coche y solo me sonríe, me abre la puerta y la sierra cuando entro, no me pregunta nada ni tampoco lo comenta, todos estos años juntos y ha llegado a conocerme lo suficiente. Pone en rumbo el coche y yo enciendo el ordenador, tenía algunos detalles que terminar de la presentación del último software, en el que miles de buitres han puesto la mirada. Otros millones más a la cuenta bancaria , y con este pensamiento, una sonrisa tan diabólica aparece en mi rostro que si me mirases terminaría espantada. Veo que mi acompañante de viaje se remueve incómodo así que dejo de sonreír y veo que se tranquiliza.
Vuelvo mi vista al ordenador termino los pendientes. Ahora ya terminado me viene un recuerdo, pero ahora uno de los bueno, uno de los pocos que aún conservo.
- ¿Recuerdas la primera vez que lloré ?- pregunto y veo a este saltar en su sitio. Vuelvo a sonreír y ahora también divertida por su reacción. Aunque el sabe que nunca lo lastimaría, sigue temeroso, aunque admito que me gusta. Es una persona fiel, que no me traicionaría, lo ha demostrado durante años, y aunque no puedo confiar totalmente en nadie, se que no me traicionaria.
-lo recuerdo como si hubiese sido ayer, no es algo que pudiese olvidar fácilmente- contestar este un poco melancólico y divertido del recuerdo -fue el momento en el que comprendí que el decirle que se calme a una mujer adolorida y alterada era el peor error que la raza masculina podía hacer.
-lo comprendiste de la mejor manera- digo, todavía con una sonrisa en mi rostro.
-nunca olvidaré ese golpe y ahora después de tantos años y sigo temeroso de ti- termina de decir este con una gran carcajada.
Ese será un recuerdo que memorare por el resto de la eternidad, el golpe, pero la escena que es imborrable no es esa, si no la que sigue después de esta, el momento en el que aparecieron mis motivos de vida, mi pequeña luz o luces que me salvaron de esa oscuridad que me estaba consumiendo. Mis héroes.
