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Pov. Kanato

Hace unos días, antes que llegara el fin de semana, me encontraba en el instituto. Estaba en mi salón junto con mi estúpido y engreído hermano menor Ayato y la inútil humana de Yui. No podía esperar a que termine esa clase para irme a la azotea del instituto y poder estar tranquilo con Teddy. Para mi suerte, la hora pasó más lento de lo normal. Mi paciencia ya se estaba acabando pero justo antes de que perdiera el control, la clase terminó. Suspiré aliviado pues por fin pude salir de ese repugnante lugar. Fui a la azotea y me relajé con la tranquilidad que pude hallar en el.Lamentablemente esa tranquilidad dura menos de veinte segundos.

Escuché pasos detrás de la puerta de la azotea y esta se abrió rápido para luego cerrarse de la misma forma dejando a la rubia inútil de la familia enemiga apoyado contra esta. Escuchaba su respiración agitada y luego de eso notó mi presencia. Me miró con indiferencia y rió.

-Vaya~ Vaya~ Me acabo de topar con el hermano de mi mejor amigo~ jaja se nota la diferencia entre ustedes dos. Que patético te ves pequeñajo. Quien diría que tu fuiste el que me dijo que no podía salir con Raito-kun de fiesta. ¡Hombre que no mide más de 1.70 metros no puede pedir respeto, es ilógico~!

Ese idiota salió con Raito cuando yo se lo había prohibido, ya que no me agradaba del todo. De todas formas no me hizo caso y salió con él.

Cansado de todos los insultos que me estaba diciendo, puse a Teddy en el suelo y corrí hacia el Mukami. Lo golpeé en el rostro haciendo que se queje. Por el golpe, el idol se estaba sobando la mejilla.

-¡¿Cómo te atreves a hacerle eso a mi hermoso rostro?!

No le contesté y me di media vuelta para buscar a Teddy. Creí haberlo dejado en aquella parte de la azotea pero ¡No estaba!
Una risa se oyó detrás de mí.

-¿Buscabas esto? Nfu~

¡Ese maldito tenía a Teddy en sus manos!
Traté de quitárselo pero, dio un salto y se puso a flotar en el aire. Le gruñí y traté de quitárselo otra vez. Fue inútil. Se elevaba cada vez más cuando quería alcanzarlo.

-Si lo quieres de vuelta tendrás que...mmm veamos que puedes hacer...¡Ah! Ya sé...obedecerme por un mes~

-¡¿Qué?! ¡Estás loco, no haré eso!

-Bueno~ Entonces tu osito arderá en llamas~

Me tenía que estar jodiendo. ¡¿Cómo se atreve?! Ahg...No tenía opción. Era eso o Teddy se iría.

Terminé aceptando el trato y cuando le dije que lo haría...Bah lo digo de una. Me dice que se quedará con Teddy hasta que cumpla con el mes. Hijo de... Bueno vayamos a punto de esto. Lo peor estaba por venir.

Mi primera humillación fue nada más ni nada menos que andar con orejas de gato y decir "nya" a cada rato. Me hubiera gustado que me dijera que me tire bajo un puente y permanecer horas ahí mientras me tiraban gusanos, basura y muchas cosas asquerosas pero, no, tenía que humillarme. Adiós a mi dignidad.

Me pidió que lo siga y me lleva hasta su casillero. Saca de él unas orejas rosadas de gato. ROSADAS ¿No podían ser de otro color? Y me las pone. Más humillante no pudo haber sido ese día.

Estuve todo el día diciendo "nya" mientras todos me miraban de mala manera o con una cara de sorpresa. Varios se me reían en la cara y la cerecita sobre el pastel: me regañó un profesor por llevar las orejas de gato.

Lo peor fue que me dio cosas peores para hacer. Tenía que ir a su mansión y vestirme de maid ¡Que emoción! pensé. Tenía que hacerle caso a cada rato y hacer de todo en frente de todos sus hermanos. Todo eso haría que me volviera el más débil de todos mis hermanos, si lo llegaban a saber me hubiera querido matar.

Promesa De Un Mes [Diabolik Lovers Yaoi]©Where stories live. Discover now