# Capitulo 30

747 29 2
                                    


-¿Tu hermano? – esa mañana Nacho te llevo hasta tu casa para que puedas cambiarte y busques unos apuntes para la facultad. Ramiro había salido mas temprano en compañía de Pity-.

-Trabajando, supongo – volvías de la cocina con dos vasos de jugo – me parece que anda noviando, o algo, porque hace varias noches que no duerme aca.

-Era hora. Yo ya me lo imaginaba soltero y hecho todo un gato toda su vida – ocupo una parte del sillón y vos a su lado - ¿Paio, te mando algo? – estaba al tanto de todo lo que paso anoche-.

-Nada. Yo tampoco quise mandarle – suspiraste – Me voy a cambiar, ¿Me esperas aca?

-Si queres te ayudo – te guiño un ojo – y de paso saco de mi cabeza esos sueños que tengo con vos – río cuando golpeaste su hombro – mentira, dale que te espero. Yo de paso miro la tele – se adueño del control remoto mientras vos subias las escaleras- ¡Nada ajustado que me va a dar un paro cardiaco sino!

Una hora después estaban saliendo de tu casa. Habías aprovechado para darte una ducha. Ese dia decidiste ir normalmente, en tu cabeza no rondaba la idea de volverlo loco. Creías que no era el día.

-No me gusta esta Bianca con jean – bromeo Gonzalo cuando se cruzaron. Dejaste un beso en la mejilla del morocho y reíste - ¿Dónde quedo la sexi Bianca de días atrás?

-Hoy se tomo franco – bromeaste mientras llevabas una galletita a tu boca – Que raro que andes solo.

-Estaba de caceria hasta que te cruzaste en mi camino. ¿Queres ser mi caza del día? – te sonrio de costado y vos reíste-.

-Ni en tus sueños, Gonzalito – le apretaste una mejilla con tus dedos y partieron rumbo al aula. La clase los esperaba-.

¿Dónde quedo la sexi Bianquita de estos días? Extraño ver tu escote. Paio te sorprendió con ese mensaje en mitad de la clase. No pudiste evitar prestar atención a tu celular vibrando en tu bolsillo delantero del jean.

Hoy no esta segura esa Bianquita de tener un escote sexi. Nadie la alago. No comprendías como ayer te habia tratado asi y ahora te hablaba como si nada. Suspiraste apenas, queriendo prestar atención. Pero el teléfono volvió a vibrar.

¡Como que no! ¿Y yo que soy? Te estuve mirando desde que entraste. Aunque no me saludaste. ¿En que momento te estaba mirando que vos no lo vistes? Ese dia no sabes donde tenes la cabeza.

No te vi, Y te hubieses acercado. ¿ O acaso no pensabas saludarme en todo el dia?. Necesitabas entender porque este cambio de actitud.

Si, te iba a saludar. Ademas hoy a la noche dormimos juntos. Volviste a suspirar. Si antes no entendías nada menos entendías ahora.

Ayer eras una persona, ahora sos otra. ¿Y pretendes que duerma con vos hoy? Nunca me preguntaste, y anoche por poco me echas fuera de tu vista. No te entiendo Paio. Y se lo dijiste, claro esta que no podes guardarte nada.

Tenía celos anoche. Estabas con Ramiro mirando películas, y para colmo se sumo Nacho que te estaba cocinando. Ponete en mi lugar también. Creo que no te sirvió de mucho explicarle que con Rama jamás paso nada, y que con Nacho tampoco pasaría nada. Ni paso. Bufaste. Sentiste la mirada de Gonzalo en vos. Lo miraste y le sonreiste apenas.

-Presta atención por mí, estoy con un temita acá – moviste el teléfono apenas. El te sonrió y siguió prestando atención a la clase-.

Veo que ese viaje te cambio bastante. Estos celos no me están gustando un carajo, Pablo. Estoy en clases, después hablamos. Creíste que discutir por teléfono no era lo mejor. Pero este Paio no te esta gustando.

Me dijiste Pablo, estas enojada. Te amo, pupi. Preferiste no contestarle, te creías capaz de que cualquier enojo que tenias ahora con lo que fueras a contestar se desvaneciera al instante. Curvaste apenas tus labios. Sabes que enojarte con el no es la mejor solución, pero en estos momentos no podes pensar en otra cosa que no sean esos celos absurdos. ¡Y ni siquiera son novios! Porque si mal no recordas están en un tiempo. O eso crees que es en lo que están.

-Sabes que odio prestar atención en clases, Bian – todo el camino en el pasillo se la paso quejándose de tu distracción en clases. Y en la mesa te lo seguía reclamando-.

-¿Por qué no prestaste atención enana? – Bruno se sumo a su charla mientras comia su porción torta con un café-.

-Estaba distraída – gruñiste mientras abrias un paquete de galletitas-.

-Mas que distraída estaba pegada al teléfono. ¡Y en clases! – gruño Gonzalo, estaba exasperado porque la mitad de las cosas que dijo la profesora se le olvidaron-.

-No se usa el teléfono en clases, Bian – Bromeo Florencia a tu lado - ¿Qué te mantuvo ocupada con el teléfono?

-Un celoso, inmaduro también – en la mesa todos se dieron cuenta para quien era. El te miro y te tiro un beso junto a una sonrisa – No me sonrias, sigo enojada.

-Afloja Bian – se paro de su lugar, rodeo la mesa y ocupo el lugar vacio a tu lado – estuve mal ayer, lo se, pero no pude evitarlo.

-Guardate tus excusas, Pablo – estabas realmente enojada-.

-Dale Bian, afloja un poco. Te pido perdón de rodillas si queres – sabes que lo haría, pero no dejarías que lo haga-.

-No, Pablo – sentenciaste – es la ultima vez que te lo digo – te paraste de tu lugar y colgaste tu bolso en el hombro – y no me mandes mensaje, las cosas se hablan en la cara.

-¿Cómo queres que te las digas si me evitas, Bian? – exclamo mientras miraba como saludabas a cada uno de los chicos-.

-Nose, pensa – lo miraste – y esta noche no te quiero durmiendo conmigo.Dormi solo, vos y tus malditos celos Pablo – dejaste un beso en su mejilla ysaliste de allí. Esperarías la próxima clase que te restaba dentro del aula.Vos, tus galletitas y tu jugo.


Dedicado a Nay y Mara que me volvieron loca por el whatsap anoche jajaj, mas tarde subo otro por no haber subido ayer.

Gracias eternas!

Tati

Retazos de papel ©Where stories live. Discover now