VERTE OTRA VEZ

Capítulo 7 "Empezar de nuevo"

Al parecer el lugar estaba en el último piso de un edificio enorme, y mientras subíamos en el ascensor no dijimos ni una sola palabra, a veces nos mirábamos de reojo, no sabía que estaba haciendo ahí, no tendría que haber aceptado, mi corazón podría entender todo mal y entonces todo lo que había logrado estos meses se podría echar a perder, recordé todo lo que prometí mientras estaba en París y así llegamos al restaurante, nos sentamos en nuestra mesa.

— Es hermoso —dije mientras veía por el vidrio— por suerte no tengo miedo a las alturas.

— Te lo dije aquí nunca habías venido, hace pocos meses lo abrieron

Pedimos un postre y café.

— ¿Ahora si me vas a decir la verdad?

— De que hablas —con asombro, por un momento pensé que sabía eso que sentía mi tonto corazón antes de irme pero inmediatamente lo descarte.

— Si, dime quien eres tú y que hiciste con Andrea.

— Eso —simplemente no pude parar de reírme, presentía que ese era el momento para hablar y de algún modo pedirle una disculpa, si las cosas se daban lo haría, pero me di cuenta que no dejaba de verme, me miraba de una manera diferente.

— ¿Qué pasa porque mi miras así?

— Te miro como miro a todas las personas

— Entonces creerán que era raro —reí de nuevo y otra vez esa mirada, presentía que no debía reírme mucho porque cada vez que lo hacia el me observaba de esa mirada que nos sabia descifrar.

— Me dirás que te paso

— Nunca te imaginaste estar aquí conmigo sentados hablando pacíficamente.

— No, la verdad no

— Simplemente me di cuenta que lo que tu hermanos sienten por mis hermanas es amor, yo sé que talvez cometieron errores pero yo no puedo juzgar.

— Si, ellos son felices, yo lo veo cada día.

— ¿Y tú lo eres? —le pregunte pero luego me arrepentí pero las palabras ya habían salido de mi boca.

— Yo —dijo y miro a la ventana

— Lo siento no debí preguntar, me imagino que aun estas recuperándote de lo de tu esposa, mejor cambiemos de tema.

— No te preocupes, si fue doloroso, ella fue una gran mujer y no merecía lo que le paso.

— Lo importante es que fue feliz contigo... los últimos días de su vida —dije bajando el tono de voz para que no se sintiera mal.

— Eso espero —dijo nuevamente sonriendo.

— ¿Y tú? Eres feliz

— Claro que lo soy, tengo todo lo que necesito, mi familia, amigos, personas que me aman, lo que no me tiene contenta es que nuestra familia aún no está unida, tu sabes mi madre aun no los acepta.

— Si creo que nunca lo hará

— Talvez si, yo espero eso, ya lo verás más pronto de lo que te imaginas... Samuel yo quiero decirte algo.

— Dime

— Quiero... pedirte una disculpa... por cómo te trate antes de irme a París, yo estaba muy dolida porque ustedes quisieron vengarse de nosotras y pues también estaba ciega.

Él no decía nada solo me observaba y yo estaba empezando a sentirme incomoda.

— Lo entiendo, es mejor que me vaya —me levante cuando él dijo.

— También quiero pedirte una disculpa, yo también me porte como un patán contigo— entonces me senté de nuevo.

Tampoco dije nada.

— ¿Empezamos de nuevo? —dijo.

— Está bien —le sonreí y extendí la mano y me correspondió tomando mi mano.

— Eso quiere decir que me disculpas porque no escuche decirte que sí.

— Tu tampoco dijiste nada

Y ambos reímos, luego de irnos de ahí me llevó al rancho y nos despedimos simplemente de nuevo con la mano, no le di  un beso en la mejilla, simplemente no podía, eso no era bueno para mi aun.

Entre a la casa y cuando llegue a mi cuarto vi por la ventana aun no se había ido, ¿qué estaba esperando? me vio y entonces levanto la mano diciendo adiós, lo vi partir y entonces por un instante pensé que las cosas podrían ser diferentes.