2

2.6K 127 24
                                    

Querido diario morboso:

Hoy, tuve un sueño de lo más excitante y se que no se cumplirá pero ojalá fuese real.
Este fue mi sueño...

Había salido a comprar unas cosas y cuando volví a casa me encontré a Guillermo tumbado en el sofá, totalmente desnudo, una mano subía y bajaba sobre su erecto miembro mientras que la otra introducía el enorme vibrador a gran velocidad. Una de sus piernas se encontraba apoyada en el respaldo del sofá lo que me daba una excitante vista.

-Uhm...Samuel... -ví que no se enteró de que volví y aproveché la situación para pillarle desprevenido.

-Dime mi amor, ¿te lo estas pasando muy bien? -dije esto mientras dirigía mi mano hasta la suya donde se encontraba en el vibrador y lo metí de golpe haciendo que su espalda se encorvarse y soltase un gemido ronco.

-Joder, Samuel -gimió.

-Eso es, gime para mi putita -no sabía que me había pasado. Mi cuerpo se había descontrolado y mi mente sólo pensaba una cosa. Sexo.

-Samuel...para...por-por favor -pidió a la vez que movía sus caderas para ir más rápido. Solté una pequeña risa por tu desconcierto.

Su cuerpo estaba totalmente tenso, su piel blanca lucía brillante y tersa y sus ojos mostraban tanto lujuria como miedo. Y me encantaba que me tuviesen miedo.

-¿Sabes qué? Tengo un par de juguetes para ti -iba a hablar pero le interrumpí. -Nadie te ha dicho que hables. Desde ahora tienes prohibido hablar hasta que yo te lo ordene.

-¡Pero tu quien te crees que eres! ¡Has lllegado muy lejos ya Samuel, no te reconozco! -Hizo el amago de levantarse pero lo evité empujándole de nuevo al sofá haciendo que cayese.

-No te muevas -ordené frívolo y seco. Mi voz sonaba demasiado ronca por lo que daba miedo. Me doy a mi mismo. -Vamos a jugar un ratito.
Me acerqué a un mueble que había allí mismo y abrí uno de los cajones. Allí encontré lo que buscaba.

-No los vamos a pasar muy bien tu y yo, Guillermo -susurré girándome con los objetos en la mano y vi como la cara de Guillermo palideció por un momento.
[....]
Después de mucho tiempo y muchas patadas conseguí amarar a Guillermo a la pata del sofá. Y lo puse con el culo elevado.

-Samuel...Por favor -dijo con lágrimas en sus ojos cuando vio el primer objeto entre muchos que había colocado encima de la mesa. La cara de miedo que ponía cada vez que sacaba algún objeto hacia que mis ganas aumentarán y siguiera sacando más y más.

Primer latigazo.

-¡Sa-Ahh! -arqueó la espalda. Su cara expresaba dolor pero en sus ojos tan sólo había lujuria.
-Sh... Esto sólo acaba de empezar.

Segundo latigazo.

Y después de muchos más. Me cansé y me quedé observando como Guillermo intentaba recuperarse. Su piel blanca ahora era roja y en algunas partes sangre se deslizaba por tus muslos.

-Samuel... No puedo más.... Por favor. -decidí soltarlo pero esto no acababa aquí.
-Ven. -le ordené. Él hizo lo que pido sin decir nada. Miré de reojo y pude ver como se mordía el labio. Lo llevé hasta el baño y allí le curé las heridas donde sangraba.

-Quedate aquí -ordené. Me dirigí hasta una habitación que la usábamos de trastero y después de buscar, volví con lo que deseaba. Lo dejé todo en el salón y fui a por Guillermo.
Me acerqué a él y le puse la venda morada. Cuando me aseguré de que no podía ver nada, lo llevé hasta el salón.
-Tumbate en el suelo -lo ayudé ya que veía que no se valía por el sólo y estaba apunto de sentarse encima de la mesa.
Cogí uno de los palo y até sus manos a este y con los pies igual dejando a estos bien abiertos y a mis disposición. Conecté los palos de los pies y las manos con una cuerda para que los pies se elevaran.
-Vamos a ver cuanto aguantas -dije pegando el primer golpe en su trasero.

-¡Ahg! Sigue -me sorprendió escuchar aquella palabra. Jamás
pensaría que, en esta situación, iba a decir que siguiera. -Te he dicho que sigas o estas sordo.
Como me pidió seguí hasta que se corrió. Me sorprendí. No lo había tocado y se había corrido sin ayuda de nadie.

Cogí el vibrador más largo que había y lo acerqué a la boca de Guillermo, él abrió su boca y empezó a chuparlo como su vida dependiese de eso, dirigió su mirada hasta la mía. Mis pantalones apretaban por eso con la mano que me sobrababa quité mis pantalones dejando mi miembro junto a su cara, dejó de chupar el vibrador y cogió mi miembro y lo empezó a lamer una y otra vez, mordía mi pene y chupaba y succionaba.

-Uhm....Guille...-después de unos minutos más me corrí en su boca. Cogí el vibrador que había estado moviendo una y otra vez.
Saqué el vibrador de su interior y metí mi miembro en apenas segundos.

-¡Joder Guille! -Me moví dentro y fuera con fiereza, cogí de nuevo el vibrador sin que se diese cuenta y lo metí en él. Un estruendoso grito se escucho en la habitación. Me seguí haciendo movimientos regulares ya no tan salvajes mientras ponía al máximo el vibrador. Guillermo se retorcía de placer mientras gemidos roncos salían de su boca.

-Uhm....Samuel.... -Gimió-Sigue dios más rápido

Cogí su miembro y empecé a masturbarlo mientras seguía mis movimientos. Nos corrimos a la vez, me dejé caer encima de Guillermo.

-Dios Samuel, me encanta. ¿por qué no eres siempre así? -su respiración agitada se escuchaba en la estancia.

Salí de Guillermo y saqué aquel juguete de su interior.
Levanté a Guillermo y le desabroche los palos de las manos y los pies. Sus piernas temblaron y cayó al suelo.

-Sh...tranquilo...-Lo cogí y lo llevé al baño.

-Samuel...quiero más. -se mordió el labio inferior.
Lo atraje hacia a mi y le susurré:

-¿Quién ha dicho que esto haya acabado ya?

*****

Hiii bitches, I'm back
Se que tal vez no este muy bien pero he subido una historia nueva por eso me gustaría que os paséis y me digáis si os gusta y le deis like y comentad y.....

Horario de subidas:

•Viernes: Chat Wigetta
•Sábado: El diario de Samuel
• Domingo: Eternidad (¡¡Libro nuevo!!)
•Sin día: Sensaciones pasadas

El diario de Samuel {Wigetta}Where stories live. Discover now