Ten - Epilogue

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"¡¿Has visto esa mala jugada?! ¡Este equipo es horroroso! Ugh, vamos, papá, puedes hacerlo," dice Louis. Él está en su habitación con los bebés a su lado y está tejiendo un agujero en uno de los sweaters de Harry, gafas encaramadas en su nariz. Los niños están tumbados en sus almohaditas, jugando con cualquier juguete que Louis les da.

Esto se ha convertido su vida, ahora. Mira los partidos de Harry en la televisión mientras cuida a los bebés y trabaja en diseños o cose ropas de Harry. Sus hijos eran muy pequeños para ir a algún partido todavía, así que Louis se queda hasta que sean lo suficientemente grandes. Con sólo 7 meses, Louis todavía los amamanta y no cree que esa sea una buena edad para llevarlos a partidos de football.

"¿Están cansados, chicos? Papi está exhausto. Pero le prometí a Papá que veríamos este juego," bosteza, terminando el agujero en el jersey de Harry y doblándolo, dejándolo sobre su regazo. "Tal vez ustedes dos deban tomar una siesta."

Los toma y los acomoda en su pecho, tranquilizándolos con una mano en sus espaldas. Ellos cierran los ojos inmediatamente en los brazos de su papi y Louis bosteza de nuevo, besándoles las frentes.

"Son tan tiernos," susurra. "Lucen como Papá y yo, saben. Papá es un gran chico, ¿eh? Parece que a ustedes les gusta un montón. A él le gustan mucho, también, no se preocupen. Estamos enloquecidos por ustedes. Son nuestros únicos temas de conversación. Tal vez Papi puede tomar una siesta, también. Prometan que no le dirán a Papá, ¿okay?"

Louis sale disparado como un rayo en cuestión de minutos, sosteniendo a sus bebés durmientes de manera protectora en sus brazos. No ha tenido mucho tiempo libre desde que nacieron, lo que significa que tiene menos tiempo para dormir. Odia preparar biberones porque toma mucho tiempo y duele y siempre olvida hacer más, así que usualmente sólo se despierta con ellos para alimentarlos, y Harry no puede hacer exactamente lo mismo por ellos. Louis ha dominado el arte de darles de comer a ambos al mismo tiempo, lo que funciona gloriosamente para él. Parecen tener esta cosa parental bien controlada.

Más tarde esa noche, Harry llega a casa recién duchado y su mochila colgando del hombro. Abre la puerta del cuarto y encuentra a todos sus chicos dormidos, las noticias reproduciéndose tranquilamente en la televisión que Louis no apagó. Harry sonríe, baja su bolso y encuentra su sweater en la cama, el agujero en la axila arreglado. Se mete en la cama tan silenciosamente como sea posible, poniendo un brazo alrededor de sus bebés. Louis lentamente abre sus ojos, entrecerrándolos ante su marido.

"Estás en casa," susurra, su voz cansada y llena de sueño.

"Acabo de llegar," Harry le susurra de vuelta. "Perdimos."

"Oh, lo siento, cariño," dice. "Lo hiciste bien, por lo que vi. Sin embargo no pude mantener mis ojos abiertos. Los niños estaban cansados, también."

"Sí, apuesto a que sí. Todo lo que comen y defecan es agotador," bromea cariñosamente.

"Definitivamente," sonríe Louis. "¿Has visto que tu sweater está arreglado?"

"Sí, lo hice, gracias, bebé."

"Bienvenido," repite el gesto cansado. "Tengo que alimentarlos pronto."

"¿Has preparado algún biberón?"

"No," suspira. "Odio ese extractor de leche. Están a punto de dejarlo, sin embargo. Va a ser un poco triste parar, ¿sabes?"

"Sí, estás tan acostumbrado a hacerlo," Harry está de acuerdo, cepillándole la mano en la espalda de Joshua.

"Están creciendo demasiado rápido. Quiero más," susurra.

You can keep me inside the pocket of your ripped jeans [traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora