primera lagrima.

481 57 2
                                    

—con ustedes, la famosa señorita Loxar— una bella chica de cabellos marinos y ojos iguales, hizo aparicion en el escenario, con una tez blanquesina similar a la nieve, labios como cerezas ligeramente rojizas al igual que sus mejillas, y sin contar su cuerpo y el vestido negro que poseía aquella noche, el cual resaltaba su figura, dando la imagen de una mujer perfecta. La coreana-asi es, coreana-, ya en el escenario, se sento en el piano y empezo a tocar, la melodía envolvía en un hipnotizante y pacífico ritmo. La cancion hiba a la perfeccion con ella; delicada, bella, pacífica y única. Luego junto a aplausos y una reverencia, esta se retiro nerviosa por lo que le dirian en el camerino. Al llegar al ya nombrado lugar, su "padre" la miraba con furia, este se acerco y le dio un puñetazo en la cara dejandole morado instantes despues, la unica ventaja es que estaban solos, o bueno, ventaja se puede considerar para el.

—no haces nada bien, escoria ¡como puedes haberte equivocado!— cuestionó echo el mismisimo satanás. Sin duda su padre era una persona asquerosa —¡No sirves más que para conseguir dinero!¡con más razón tu madre te abandono dejandote conmigo!

   Se levanto del suelo y camino hacia su escritorio, el cual estaba lleno de maquillaje, empezo su trabajo, tapar la herida. Salieron del edificio, ambos con un semblante serio, el hombre de cabellos rubios y ojos azules tan profundos como el mismo Océano, caminaba tranquilamente al lado de su hija mayor. Parecían ser una familia normal a simple vista, incorrecto, es todo lo contrario.

   Al llegar a la gran mansión Loxar-Strauss, ambos entraron, ella sonrio como si nada estuviera pasando y sonriendo exclamo: ¡Llegamos Familia!

—¡Juvia!¿como te fue en la presentación? — preguntó una chica albina con hermosos ojos de un celeste cielo.

—¡Juvia triunfo gracias a padre que la alento tanto!— alegó con "aires de orgullo."

—¡que bueno hermana!—

—¿y madre?

—trabajando, como siempre— ambas rieron y Juvia anunció que debía ir a cambiarse para una cena importante que tendria con una banda coreana para ayudarlos con una melodía.

—Juvia es una estupida, Juvia es inutil...— dijo antes de lanzarse sobre su cama, tomo su fiel cuchilla y empezo a cortarse, no en las muñecas, si no en donde nadie la vea, las caderas. Era raro, pero debía evitar a toda costa que sepan de lo que hacía. Las lágrimas no paraban de caer.

—Oye Gray, ¿paso algo con Ultear?

—mh... No, ¿por que caldera?

—porque cae una lagrima de tu mejilla izquierda...








Ustedes pensaran, "Demasiado corto pendeja >:v" pero asi seran los caps de esta historia, espero que les guste, comente y voten lo que quieren que pase para el siguiente capítulo.

Lagrimas «Gruvia a.u.»Where stories live. Discover now