Casados a la fuerza

Día de playa

Estaba haciendo el desayuno y bajo la bruja,llevaba un vestido de tirantes,muy corto,nunca había visto a la bruja con vestido,la verdad es qué lucía distinta, estaba hasta guapa.
-Siéntate esposa mía,tu esclavo te ha preparado el desayuno -dije entré risas.
-No hace falta qué prepares nada para mi,yo me hago mi desayuno -dijo sería.
-La princesa sabe cocinar?-dije sorprendido.
-Si-sonrió.
-Vaya,yo pensaba qué tu no sabrías no freír un huevo.
-Pues ya sabes,así qué apartate-dijo poniendose a mi lado.
-Primero llegué yo-dije encarandome a ella.
-Qué caballero -se rió en mi cara-siempre vas a ser un mugroso obreo,patan y sin educación.
-No te voy a consentir qué se sigas metiendote conmigo, bruja.
-Ni yo a ti qué me sigas llamandome así, mugroso-le dije cara con cara.
-Mugroso?
-Si,mugroso-se rió .
-Ahora si que se la ha buscado-dije furioso.
-Qué? me vas a pegar?-me miro a la cara sonriendo.
-Yo nunca pegaría a una mujer,aunque tu me desquicias,pero te voy a dar un castigo por bruja-la agarré y la besé a la fuerza.

Me agarró y me besó a la fuerza,lo deseaba pero estaba dolida,intenté separarme, pero el muy bruto me tenía fuertemente cogida,me separo de el con brusquedad.
-Ahi tiene por bruja -Me dijo enfadado.
-Te odio-le grité-nunca nadie me había hecho tanto daño.-le dije ,salí corriendo y llorando.

Me quedé parado ante la reacción, la hice llorar, me sentí el hombre más miserable del mundo.
(Eres un bruto,la has echo llorar,eres un miserable, pero es qué me provoca y no me puedo controlar.)

Me besó a la fuerza,sabe Dios cuánto deseaba ese besó, pero no así,cómo un castigo, le dije qué lo odiaba,en ese momento era verdad,odiaba sus palabras,odiaba qué no me quisiera,le dije qué nunca nadie me había hecho tanto daño y era verdad,nadie a quien quería tanto me había causado tanto dolor,ni siquiera mi mamá. Salí corriendo, no soportaba verlo,me causaba dolor, intenté ser fuerte y no llorar,pero no pude.

Busque Andrea por toda la casa,no estaba,salí fuera al jardín, era precioso,cómo llegamos de noche no lo había visto,había una piscina,pero Andrea no estaba,fui detrás de la casa,había unas escaleras qué daban a la playa,bajé. Vi Andrea sentada en la arena,mirando hacia el mar,me quite los zapatos y me acerqué a ella.

Salí corriendo, subí a la habitación y miré por la ventana,se veía el mar,estaba en calma.Me puse mi traje de baño y mi vestido super corto encima,cogí mi libro y baje a la playa.
-No puede ser,está playa es privada ,Beatriz no te hubieras molestado, tu sabes qué yo con grandes cantidades de agua no soy muy amiga.

Me senté y miré el mar,a pesar de mi fobia,me gusta contemplar cosas bellas cómo el mar.Estaba mirando el mar,cuándo vi qué Samuel se sentaba a mi lado.
-Andrea, perdóname -dijo Samuel-no quiero pelear contigo.
-Pues parece lo contrario -dije sin mirarlo.
-Yo se qué a ti tampoco es de gusto estar casada conmigo pero lo hicimos y por desgracia nos tenemos qué soportar,voy a intentar controlarme,nos queda un año juntos y va a ser muy largo.
-Yo tampoco me he portado muy bien qué digamos,pero tu lo has dicho nos tenemos qué soportar.
-Qué tal si hacemos una tregua-dijo Samuel.
-Me parece bien.
-Es bonita está playa.
-Si,es preciosa.
-Pero no hay nadie.
-Samuel, es qué es privada,es nuestra.
-Pero eso se puede hacer?-preguntó asombrado.
-Si-me rei-con el dinero todo se compra.
-Todo,menos el amor-dijo mirando el mar.
-No Samuel, todo,hasta el amor.
-Me acompañas a desayunar?-dijo levantandose y ofreciendome la mano.
-Está bien -le di la mano,me levanté y tropecé con mi propio pie,me caia cuándo Samuel me agarró.
-Estás bien?-me preguntó.
-Si,- sonreí nerviosa.