No esperaba verte hoy, pero lo hice de todas formas. Fue uno de esos días de lluvia en los que sabes que no irá nadie a clases porque el mundo se cae a pedazos y, sin embargo, ahí estás tú a primera hora de la mañana. Yo, a diferencia de muchos, adoro más las clases estos días. No debo preocuparme por la gente, y el ambiente suele ser idílico. Algo me dijo que no nos encontraríamos pero tal parece tenemos gustos parecidos.
Allí estabas.
Tan tú como lo eres siempre. Como era de esperar, estabas sola, ya que ninguna de tus amigas se dignaron a ir a hacerte compañía. Tuve la ligera impresión de que algo tiraba de mí hacia ti, pero soy tan tonto que no me animé a hacerlo. No primero, al menos. Vi cómo te sentabas en tu lugar de siempre y, antes de que pudiera hacerlo yo, Ben fue a sentarse a tu lado.
Al principio solo lo miraste, algo confundida. Luego escuché que le preguntaste por qué se había sentado allí con un tono bastante ofendido. Torpe de mí, de repente me alegré de no haberlo hecho yo.
"Por si no lo sabías, los días de lluvia en los que no viene nadie, los lugares asignados dan igual" te dijo. Casi al instante y como si de tu heroína se tratara, una chica llegó y te levantaste para irte con ella. Así, sin más, sin decir palabra. El pobre Ben quedó solo toda la clase, y digo pobre porque él está más que acostumbrado a estar rodeado de personas.
No tenía idea de que Celia y tú son amigas. ¿Qué te habrá contado de mí? No es casualidad que Celia crea saber muchas cosas.
La mayoría de ellas, falsas.
-C.
CZYTASZ
Desde donde nacen las estrellas y los colores
Krótkie OpowiadaniaClyde está lleno de inseguridades, pero entre ellas hay una seguridad: Jugar a la ruleta rusa con las personas ya no es divertido. No cuando eso lo llevó a conocerla a ella.
