Amigos.

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Como todos los días de escuela, ahí se encontraba Nathanaël dibujando en el recreo, esta vez un cómic basado en el tráiler de una película que harían de Ladybug y Chatnoir. Se encontraba triste por algo que recordó al momento de dibujar el cabello de la chica, dos coletas muy parecidas a las de Marinette.

-Marinette...-dijo el pelirrojo, soltando un suspiro.

Pues a pesar de que el Lucky Charm es muy efectivo para sacar al akuma y luego devolver todo en su lugar, la mente de Nathanaël no lo estaba del todo. Aún recordaba el por qué se enojó tanto.

Chloe

Aquella rubia con dinero que se creía superior que todos, se había burlado de él, de sus dibujos, de su "crush" en Marinette ¿Lo peor? Ella tenía razón, a la final era una pérdida de tiempo pues ella ya tenía alguien más, Adrien Agreste.

-No sé porque me siento tan enojado este día en especial, ya quede de acuerdo en que la dejaría ir y me daría igual.

Pues Nathanaël por muy enamorado que esté, sabe que debe olvidarla, por el bien de su corazón, por el bien suyo.

Recogió sus cuadernos y lápices que tenía en la mesa, pues iba a refrescarse comprándose una bebida y a dar un vuelta para despejar su mente antes de que toque el timbre de clases. Iba bajando los escalones y sin darse cuenta chocó con alguien.

-Perdón, no te vi. –dijo Juleka.

-Juleka, lo siento, yo tampoco veía por dónde iba.

PV Nathanaël

Esta vez me sorprendió ver a Juleka sin Rose, ellas siempre andan juntas.

-Bueno si me disculpas, permiso. –decía ella

-Sí, perdón.

Mi impulso me decía que le pregunte, pero no era nada de mi incumbencia. Aunque no me haría mal socializar ¿no?

-Oye Juleka, espera...

-¿Sí? –se volteó la chica para escuchar lo que Nath le tenía que decir.

-¿Cómo así andas sola, sin Rose? Ósea pregunto por curiosidad, nada en particular.

-Ella ya tiene con quién estar. –le contestó dándole la espalda y siguiendo su camino

¿Eso significa que la reemplazó? –susurró Nath para él mismo.

Pues no creía que Juleka sea el tipo de chicas que deje ir a una amiga así por así y más a alguien como Rose.

Continué en lo mío y me dirigí al patio a la máquina de bebidas.

-Hola Nath. –decía Rose

-Vaya casualidad... -le dije.

-¿Por? Bueno eso no importa, te presento a él transferido el príncipe "Ali"

-....

Entendí a lo que Juleka se refería por la cara de Rose, ella no dejaba de ver a tal chico con unos ojos de amor. No obstante tampoco creí que Rose dejaría a su amiga de hace mucho por alguien.

Me sentí mal por Juleka y decidí respaldarla.

-¿Cómo así no andas con Juleka? –le pregunté

-Bueno, a ella no le gusta mucho Ali y eso no me agrada a mí.

-Estem... yo –tartamudeó Ali

-No digas nada, ya lo entendí. –le respondí y me fui

Me dio coraje y pena por "Jul". No podía imaginar cómo le importaba más un príncipe que conoció en una semana a que una amiga de años.

No fui a la final a tomar la bebida ya que el recreo había acabado. Esta vez tocaba la hora de química

¿Ironía? Sí, me tocaba sentarme alado de Juleka.

Me senté a su lado y la vi recostada en sus brazos con la cabeza en la mesa, como si estuviera llorando.

Yo no soy muy bueno alentando y peor socializando, pero quería que se sienta mejor y así que decidí hacer lo que mejor hago, un dibujo, en este caso un retrato.

Ignoré toda la clase de química como siempre y trataba de dibujar cuando la profesora no veía para no ser cachado como paso la última vez...

-Listo! –dije en mi mente.

Y en todo el transcurso era una sorpresa, ya que Juleka no se inmutaba a verme ni un momento.

Tocó el timbre.

-Juleka, ya terminó la hora. –le susurré.

-¿Ah sí? Perdón –dijo ella.

-Sí...

Pude fijarme en sus ojos, estaba hinchados como los míos cuando dejé ir mi crush por Marinette.

-Te hice esto.

Se lo mostré con orgullo, ya que tal vez no sea el mejor dibujando, pero lo hice con el corazón.

-¿Para mí?

-Bueno ¿quién más es la del retrato? Jajaja –le mencioné

Vi la cara de Juleka como si quisiera seguir llorando

-¿Perdón dije algo malo? ¿No te gusta el dibujo? –le pregunté

-No, no es eso, tonto.

-....

-Eres la única persona que me ha hecho feliz en este día, gracias. –dijo ella secando sus lágrimas y recibiendo el retrato.

-De nada. ¿Quieres ser mi amiga?..

Aunque evidentemente tal vez ya lo éramos, aún quería confirmarlo.

-Dalo por hecho. –dijo ella intentando sonreír y chocando puños conmigo. –Amigos.

Dibujando nuestro caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora