Fotografías.

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Ambos nos quedamos sonriendo, pero más que eso yo me quede pensando en la palabra amigos. Hace mucho que no considero a alguien así, ya que para mí todos aquí son mis compañeros de clase, pero con ninguno tengo la confianza de llegar a poder decirles <<amigos>>. En cambio para Juleka es lo contrario, ella tenía a Rose y veo que se llevaba bien con Marinette y todos cuando se hizo la sesión de fotos. Recuerdo haber estado ahí apoyándola pero como un compañero y ahora estoy aquí alentándola como un amigo.

Tocó el timbre de salida y todos se habían marchado antes, solo Juleka y yo nos quedamos ahí por lo del retrato.

—Muchas gracias Nath, por el regalo. –me dijo sonriente.—No hay de qué.—Bueno creo que ya debo irme.—Yo igual, cuídate, nos vemos mañana. –me despedí.—Claro, adiós.

Y como todo lo bueno tiene un fin, recordé que después de un lindo momento en clase con una amiga, tocó la hora de ir a la casa, la cual es una prisión para mí, ni siquiera dibujar me hace sentir libre ahí. Por mi mente pasaron muchas cosas mientras veía a Juleka coger su bolso y marcharse.

—Espera –le grité.— ¿Qué sucede? –me contestó.—Estem, ¿me das tu número? — ¿Mi número? ¿Para qué?— ¿Pues, para contactarte, no?

— Lo siento, es que a mí nunca me piden el número de teléfono si no es para deberes, con la única que hablaba normalmente era Rose...y entonces creí que querías llamarme para que te pase un deber y como verás estuve desanimada y no copié nada...

Me sorprendió lo que me respondió, hasta para mí un antisocial que me pidan el número para conversar no era nada nuevo.

—Te prometo que no te llamaré para ese tipo de molestias, sólo para conversar.

—Vale, está bien. –dijo ella sonriendo.

¿Por qué? ¿Por qué le pedí su número?

—Gracias. –le dije siguiéndola hasta la salida

—No hay de qué Nath, nos vemos. –me respondió mientras se retiraba

Recordé que hace mucho no llamaba a alguien, tal vez así la casa no sea un infierno, si converso con un amigo, el tiempo podría ir rápido y no me aburriría. Aparte me intriga saber sobre lo sucedido entre Rose y Juleka, ¿por qué a Juleka no le agradará aquel príncipe?

Sin más cosas en mi mente, cogí el bus que llevaba hacia mi casa y me senté a escuchar música y tratar de hacer bocetos para mi próximo dibujo.

PV Juleka

No podía dejar de ver el retrato que me hizo, es como si me viera en un espejo pero más linda. Nath tiene un talento para hacer ver a las personas mucho mejor. Me encantaba su regalo, el de Nath, el de mi <<amigo>>. Jamás había tenido un amigo hombre, para mí Adrien era solo un compañero más, lo ayudaba a maquillarse sí, me apoyo en las fotografías, sí, pero nunca sentí como si él se preocupase por mí realmente u otro chico...

—Nathanaël –mencioné y sonreí.

Pero ¿él no era el que estaba enamorado de Marinette? Menuda Chloe hacerlo pasar vergüenza así... Me pregunto si aún le gusta o ya la dejó atrás.

Muy dentro de mí yo quería que fuese así, que Nath hubiese olvidado a Marinette de forma amorosa, pero no tenía ni idea por qué, supongo que era porque es triste vivir con un amor no correspondido.

Por otro lado aún me encontraba triste por lo sucedido con Rose, si ella supiera lo que escuché mientras el príncipe hablaba por celular.

¿Por qué, Ali? ¿Por qué engaña a Rose? Si tienes a alguien más, que la deje en paz y se quede con la otra, pero sigo firme, no le contaré a Rose, yo intenté alejarla de aquel chico y sí lo prefiere a él y a su engaño, pues no insistiré. Pensé que éramos lo suficientemente cercanas para que me crea ¿Por qué mentiría sobre que el príncipe la engaña? ¿Qué gano yo de eso? Era obvio que es verdad.

Intenté despejar mi mente viendo el retrato, hasta que llegué a mi casa.

—Cariño, llegaste.

-Sí madre, buenas tardes.

Me senté en el comedor y almorcé rápido, luego me fui a bañar y me cambié de ropa. Cuando iba a utilizar la secadora y alistar mi cabello sonó el celular.

— ¿Aló? –contesté.

—Juleka, soy yo Nath.

-Ah, hola Nath ¿Qué sucede?

-Nada, sólo quería que agregues mi número para así poder chatear.

-Está bien, lo haré ahora mismo.

-Vale, bueno... me despido entonces.

-Vale, adiós.

Hice lo que Nath me pidió y lo agregué. No me sorprendió ver su foto de perfil, era un retrato de un villano de una serie.

Llamaron de pronto al teléfono de la casa y enseguida bajé a contestar, pero mi madre se anticipó.

— ¿Mañana? –decía mi madre contestando. –Está bien, le diré a Juleka que aliste todo.

Mi madre colgó el teléfono y se giró hacia mí como si tuviera una terrible noticia.

— ¿Qué sucede madre? –le pregunté angustiada

—Mañana hay una sesión de fotos, para la nueva fotografía escolar.

—Pero si ya habíamos hecho una hace poco...

—Dicen que la harán para agregar al nuevo alumno, uno transferido.

—Genial –susurré para mí.

Más encima que el tal príncipe estaba dañando mi amistad con Rose, quiere hacerme tener otro mal día. A pesar de que a la final las fotos salieron bien esa vez, mi suerte no ha cambiado aún. Cada que intentó tomarme una foto algo la daña.

—Mañana será un día horrible.

PV Nathanaël

Llegué a mi casa y me bañé y como siempre no había nadie, todo estaba vacío. Mis padres trabajan todo el día y me dejan el almuerzo comprado, el cual nunca como.

Considero de este lugar una prisión por el hecho de que no solo está vacía sino más encima mis padres me castigan si salgo a pasear con alguien o si voy a caminar.

Qué lindo era todo hace unas horas

Juleka

No tenía por el momento ninguna excusa para escribirle o llamarle a ella, pero sí que lo quería hacer, estaba aburrido y con ella me divertí conversando. La llamaré y le preguntaré sobre su conflicto entre ella y Rose, para al menos tener algo de que conversar.

Marqué su número y tal, me sorprendió que no haya foto de ella, ni si quiera las que salieron bien en la escuela. Le di al botón llamar y me puse a pensar en cómo la saludaría, por alguna razón me encontraba muy nervioso...

— ¿Aló? –contestaron

—Juleka, soy yo Nath. –le dije.

Desde ese momento los nervios me entraron más y más.

-Ah, hola Nath ¿Qué sucede?

Tanto que llegue al punto de mentir sobre lo que quería preguntarle.

-Nada, sólo quería que agregues mi número para así poder chatear.

-Está bien, lo haré ahora mismo.

-Vale, bueno... me despido entonces.

-Vale, adiós.

Eso no había salido como yo quería y de hecho salió horrible. Iba a volver a intentar hasta que el teléfono local sonó y no dude en contestar.

Eran los del colegio y anunciaron que iba a ver otra sesión de fotos dado a que había que integrar a los nuevos alumnos. En mi mente solo pensé en una cosa

Oh no, Juleka...


Dibujando nuestro caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora