Capitulo 7. La Explosión

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Disclaimer: los personajes del avatar no son mios, sino de Nickelodeon y sus creadores.

– ¡RÁPIDO, TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ! – Gritó Iroh alertando a todos.

El grupo se puso de pie y al mirar a su alrededor vieron con terror que había al menos media docena de naves voladoras de gran tamaño, todas listas para atacar. Sin más preámbulos el ataque comenzó.

Por un momento cundió el pánico. Duque y Teo no sabían qué hacer. Cómo Teo no podía moverse, Iroh lo tomó en brazos para ponerlo a salvo.

Aang, Toph y Katara protegieron al grupo de los ataques de la nación del fuego.

– ¡Debemos irnos! – gritó Aang – ¡suban en Appa!

– ¿Dónde está Zuko? – preguntó Iroh.

– Yo ire por él – gritó Katara, mientras corría para buscar al príncipe.

– ¡No Katara! – gritó Sokka, pero su hermana no lo escuchó. El guerrero de la tribu del agua quiso alcanzarla, pero su pasó fue bloqueado por enormes bolas de fuego que fueron arrojadas desde el zeppelín.

– ¡No hay tiempo Sokka! – advirtió Aang – ¡Tenemos que irnos!, después volveremos por ellos.

Sokka no tuvo más remedio que obedecer a Aang y unirse al grupo. Todos subieron en Appa, para alejarse volando, en medio de un poderoso ataque. Sokka tomó las riendas, mientras Iroh y Aang desviaban los ataques que los dirigibles les lanzaban y juntos empezaron a derribar varias naves.

Zuko estaba sentado sobre una cornisa cuando comenzó el ataque. El joven príncipe se puso de pie y se disponía a reunirse con sus compañeros cuando una violenta explosión derrumbó parte del edificio donde él se encontraba. Zuko apenas tuvo tiempo de afianzarse de unas rocas, mientras todo a su alrededor se precipitaba hacia el abismo.

Afortunadamente, ninguna de las rocas lo golpeo y cuando la densa nube de polvo se disipó, el príncipe pudo subir, escalando por las rocas con dificultad. Cuando llego a la cima, subió al edificio y corrió en busca de sus amigos, pero su hermana Azula le cerró el paso.

– ¡Vaya, vaya! – dijo la princesa – volvemos a vernos.

En ese momento, Katara se acercó corriendo, pero al ver a Azula, se escondió tras unas columnas.

– ¿Qué es lo que quieres? Inquirió Zuko poniéndose en guardia, pero Azula permaneció inmóvil con los brazos cruzados y una sonrisa burlona en su cara.

– ¿Qué estás haciendo Zuzu? No quiero pelear contigo.

– No te creo – respondió Zuko.

– Es cierto hermanito – afirmó Azula con hipocresía – Es más, he venido a proponerte un trato. Uno que no podrás rechazar.

Sorpresivamente, Tai Le saltó sobre Katara y antes de que la joven pudiera reaccionar, la golpeó en puntos específicos, dejándola sin poderes y paralizada.

– ¡ALTO! – gritó Zuko al observar a Katara en el suelo – ¡Déjenla en paz!

– ¡Zuzú! – exclamó Azula en tono burlesco – ¿por qué te preocupa la chica? – y moviendo la cabeza negativamente, preguntó – ¿Qué diría Mai si se enterara?. Tai Le – ordenó la princesa – ¡termínala!

– ¡NO! – suplicó el príncipe – ¡Me rindo, pero no la lastimen! – Zuko levantó las manos en señal de rendición.

– ¡Así que realmente te importa la chica! – Una mueca perversa se dibujo en el rostro de Azula – parece que si vamos a hacer un trato, después de todo. Tai Le, hazla dormir. Necesito hablar con mi hermano.

Un Amor Imposible. Zuko & KataraWhere stories live. Discover now