Capitulo 35. Duelo de espadas (1ra Parte)

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Disclaimer: Los personajes de Avatar el último maestro aire no me pertenecen a mí, sino a Nickelodeon y sus creadores.

"Ba Sing Se tiene una vista impresionante... estuve ahí una vez, cuando era... un hombre diferente... creo que las personas pueden cambiar su vida si se lo proponen... creo en las segundas oportunidades". (Iroh. Libro: tierra, episodio 12 "el paso de la serpiente").

"Zuko, te agradezco que decidieras compartir este día tan especial conmigo. Significa más de lo que crees" (Iroh, en la tienda de Té. Libro: tierra, episodio 19: "El gurú").


Por Crystal Violeta.

En la capital de la nación del fuego se desataba una violenta pelea en la plaza principal. Los maestros fuegos atacaban a los invasores que se habían refugiado en la fortaleza de la torre. Alex, Rashel y la dama del crepúsculo, hacían todo lo posible por repeler el ataque, pero no era suficiente.

– ¿En dónde está Ámbar? – Preguntó Katara, mientras reagrupaba a los combatientes – ¡Necesitamos más maestros fuego en las ventanas!

– No lo sé – respondió Anita – No la he visto desde que tomamos la torre.

– ¿Qué habrá pasado con ella? – preguntó Katara – ¡Cuidado!

Tres proyectiles golpearon la torre haciendo cimbrar el edificio. En cuanto el humo se disipo, Katara y los demás volvieron a sus puestos de combate.

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Zuko y su gente desenfundaron sus espadas y se mantuvieron en guardia; el maestro Ryu, Dereck y sus hombres, hicieron lo mismo. Ambos grupos permanecieron en silencio. En ese momento apareció Ámbar, que había seguido a hurtadillas al equipo de Zuko, y se unió a ellos.

– ¿Qué haces aquí? – preguntó Vannya.

– Katara me pidió que los siguiera por si necesitaban ayuda – respondió la joven, tomando posición de ataque y colocándose detrás de Ursa.

– Ríndanse pacíficamente o morirán aquí mismo – advirtió el maestro Ryu.

– ¡Hermano, no puedes atacar a la familia real! – exclamó Piandao – No debes...

– ¡Cállate! – increpó Ryu – ¡Nosotros no somos hermanos!

– No importa lo que digas, los dos compartimos la misma sangre.

– Compartimos la misma sangre, pero no los mismos derechos ¿verdad? Tú heredaste la fortuna de nuestro padre, mientras que yo pasé mi infancia en la pobreza.

– Ryu, yo no sabía de tu existencia. Antes de morir, mi padre me contó la verdad y prometí cuidarte, por eso te busqué, te di asilo en mi casa y te enseñé el arte de la esgrima.

– ¡Eso no fue suficiente! Tú disfrutabas de todos los honores y te sentías superior a mí, sólo porque eras el hijo legítimo, mientras yo era un bastardo. Pues déjame decirte que aunque mi padre se casó con tu madre, a la única mujer que amó realmente fue a mi madre.

Todos escuchaban en silencio la discusión, hasta que Ámbar gritó:

– Suelten sus armas o la princesa Ursa morirá – con su brazo, Ámbar había rodeado el cuello de la princesa y mantenía un cuchillo afilado en su yugular – ¡Rápido o lo lamentarán!

El grupo miró a Zuko, quién estudiaba la situación. Ursa negó ligeramente con la cabeza, mientras su hijo la observaba con detenimiento.

– ¡Traidora! – escupió Rogue – ¿Cuánto te pagaron por esto?

Un Amor Imposible. Zuko & KataraWhere stories live. Discover now