Dos Chicos, Una Decisión #1

25. Sorpresas Y Una Confesión De Amor

¿Nervios? ¡Más que eso!

Demonios, Bryan me esta llevando al lugar en el que Alonso me citó, mis manos sudan como nunca, me siento rara, nunca me había puesto así cuando salía con Alonso.

¡Genial! ¡Olvidé avisarle a Freddy que no me esperara!

—Bryan... —le llamé mientras él conducía sin despegar la vista de la calle.

—Cam, no insistas, no te diré cómo es el lugar al que vamos. —me dijo y, vaya, esperaba que me dijera pero esta vez no iba a preguntarle eso.

—No te iba a preguntar eso. —le respondí tímida.

—Oh, entonces suéltalo. —dijo sonriendo y yo reí.

—¿Viste a Freddy antes de salir del colegio? —le pregunté sin despegar la vista de la calle, cuando giré a verlo tenía un expresión de estar pensando hasta que por fin habló.

—Nop. —me respondió remarcando la p.

—Entonces... ¿No sabe que me fui? —pregunté, yo pensaba que si Bryan me llevaba era porque le aviso a mi hermano que no me iría con él... Pero por la expresión que tenía en su rostro en este momento me di cuenta de que no era así y que prácticamente me había escapado.

—No. —dijo preocupado, él sabe perfectamente cómo se pone mi hermano si salgo sin avisarle.

—Bien... ¿Entonces? —pregunté para ver qué es lo que podríamos hacer.

—¿Tienes celular, no? —preguntó sin despegar la vista de la carretera.

—Sí. —contesté y busqué mi celular en mi mochila... Y adivinen qué, ¡no tenía batería! —Eh... Bryan. —le hablé nerviosa.

—¿Qué sucede? —preguntó curioso.

—Tengo un pequeño problema. —sonreí tiernamente.

—Por favor, dime que no es sobre tu celular o Freddy queriendo matarme. —dijo nervioso.

—Eh... —fue lo único que dije, demonios es sobre mi celular y como consecuencia será lo segundo que él mencionó.

—Demonios. —susurró nervioso.

—Tranquilo, hablemos de otra cosa. —dije para tranquilizarlo y matar el tiempo en lo que llegamos con... Alonso, ¡ahora yo estoy nerviosa!

—Bien. —dijo y suspiró.

—¿Te gusta alguien? —le pregunté sin pensarlo, ¿qué?, a Sam le gusta, debo saber si le gusta alguien para animar o no a mi amiga a que le hable y ya saben... Pueda surgir algo.

—¿Por qué? —preguntó confundido.

—Eh... No lo sé, hace tiempo que no platicamos. —dije encogiéndome de hombros y Bryan asintió sonriendo.

—Pues... Sí. —dijo sin borrar la sonrisa de su rostro.

—¿De verdad? ¿Quién? —le pregunté emocionada, Bryan sólo comenzó a reír.

—Eso si no puedo decirte Cami, es confidencial. —dijo sonriendo y volteó a mirarme para guiñarme un ojo, yo hice un puchero. —Tal vez luego te lo diga. —dijo y regresó su mirada a la carretera.

Bufé.

—De acuerdo, ¿ya casi llegamos? —le pregunté al ver que llegábamos a un parque de diversiones, para ser más específica al que vine con Freddy, Bryan, Jos, Rebecca y Alonso hace un tiempo.

—Así es. —dijo sonriendo, desabrochó su cinturón de seguridad, yo lo imité y bajé rápidamente del auto sin esperarlo. —Espera aquí. —me dijo, yo asentí y él se alejó unos cuantos metros para hablarle a alguien.