T r e c e.

3.2K 253 20
                                    

Nota: aquí está el capitulo que prometí 😊 comenten, voten y disfruten. Espero que les guste. El domingo o tal vez mañana suba otro capitulo. Aviso que esta historia va a ser "corta", no voy a alargarla demasiado, luego les digo cuantos capitulos quedan, ahr. Las adoro, tengan un hermoso día xx

No te ilusiones, no te ilusiones, me repetía una y otra vez cuando él acariciaba mi mano, me abrazaba o simplemente me sonreía.

He escuchado sobre su reputación, y aunque no era una de esas personas que se dejaban llevar por los rumores, debía estar atenta.

Su rostro de niño inocente me estaba matando. Podría pasar horas observando sus ojos, esos ojos verdes que solo me observaban a mi.

Y su sonrisa, maldita sea, ¿alguna vez han visto un atardecer en la playa? Transmitía la misma calma, la misma magia, pero con su boca.

Pasó su brazo por mis hombros y yo tomé su mano, entrelazando nuestros dedos. Sonrió abiertamente mientras caminábamos por las solitarias y oscuras calles. Él me contaba acerca de su pasado, como si su futuro fuera yo. Y ahí es donde el no te ilusiones entraba en mi cabeza.

No tenía ni idea de lo que éramos, pero a él parecía no importarle y yo trataba de no darle tanta importancia tampoco, aunque me estaba matando por dentro no saber qué hacer luego.

Sus ojos brillaban debajo de la luna, al igual que sus labios, los cuales relamía de vez en cuando. Sus dedos se movían sobre los míos, acariciándolos suavemente y yo no hacía nada más que observarlo y reír al notar que él lo hacía.

Todavía no entendía por qué estaba conmigo, cuando podía estar con otras chicas aún más hermosas o disfrutando su tiempo libre haciendo otra cosa más entretenida que caminar conmigo contándome anécdotas y recuerdos sobre su infancia.

-Estoy hablando demasiado, ¿verdad?-hizo una mueca-lo siento.

Negué con la cabeza rápidamente, no quería que dejara de hablar, porque eso significaba que yo debía hacerlo además de que dejaría de escuchar su lenta y suave voz.

-Claro que no, está bien así-le sonreí, apretando el agarre de nuestras manos.

-Cuéntame algo tú-chocó nuestros costados.

-No tengo mucho que contar-me encogí de hombros desviando la mirada.

-¡Vamos! ¡Eres Grace Lee! ¿Cómo puede ser que no tengas que contar?-sonrió.

Mierda, él creía que mi vida era interesante, cuando realmente no lo era.

-No quiero aburrirte con mi vida.

-Anda, no lo harás-me animó.

Suspiré y apoyé mi cabeza en su hombro.

-A los cuatro años mi madre nos abandonó y se llevó a mis hermanos con ella, dejándonos a mí y a mi padre solos. Él tuvo que comenzar de cero, ya sabes, crear una vida, crear un hogar, todo-respiré profundo-a los siete años, mis hermanos fueron a vivir con nosotros nuevamente. Mi madre nos visitaba de vez en cuando y siempre peleaba con mi padre. Ahora tiene una familia nueva y nos llama solo por nuestros cumpleaños, pero hace dos años que no hablo con ella-me encogí de hombros, sentí su apretón en mi mano y sonreí de costado-estoy bien con eso, de todas formas-lo tranquilicé-Yo tomé la decisión de no hablar más con ella y ambas estamos bien con eso.

-¿Por qué?

-¿Qué?

-¿Por qué no le hablaste más? Es tu madre, es decir, ella te dio la vida.

Style | hsWhere stories live. Discover now