HERÓNIMO
La apreté más contra mí y con mi otra mano, le limpié su rostro de mechones de pelo castaño esparcidos por causa de movimiento de ira, mirándola con ternura.
Cristo.
Sí, con mucha ternura.
- Estoy jodido, nena. Y tienes razón, soy de mal genio exasperante y mi temperamento es volátil, controlador y obseso. - Le confieso. - Pero te metiste bajo mi piel como nadie. - Suspiro. - Nunca acierto cuando te tengo a mi lado y la cago y sé...que no te merezco... - Acoto sincero. - ...soy un hombre que solo respiro...
Y sus ojos van a mi brazo derecho.
A mi tatuaje escrito en Latín en mi piel.
- No, Herónimo...tú crees eso... - Susurra bajando su mirada al piso y su cabeza se apoya, donde apenas alcanzaba con sus tacones derrotada.
A mi pecho.
Tan pequeñita, tan frágil.
- Nena...
- Yo, necesito tiempo...
- Rayo... - Suplico. - ...enséñame a amar...
Y carajo.
Me quedo sin palabras.
Porque algo se bloqueó en mí.
Y de golpe, también algo del todo, comprendí.
Mis reglas.
Mis estúpidas reglas.
¿Ya que, cómo podía creerme?
Cuando ellas siempre estuvieron por sobre mi boca para cumplirlas, porque eran un puto mandamiento para mí.
Para establecer siempre mi dominio por sobre mi bienestar y mis demonios rigiendo egoístamente como una potestad en post a no sufrir con lo sentimental.
Su mirada se eleva.
Mierda. Mierda y mierda.
Es triste.
YOU ARE READING
La pasión de Herónimo ®
RomanceSINOPSIS Herónimo Mon. El señor oscuro. Dueño de una de las metalúrgicas, más grande del mundo. El rey del acero. El jefe de los jefes, según la Mercantil Commers. Millonario. Ególatra. Dominante. Catalogado por tres años consecutivos por la Forbes...