XIX

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Miguel Ángel al sentir a Rubén mas calmado se distanció de el, lo miró a los ojos sonriendo afablemente, -con la intención de transmitir transmitir seguridad- dijo:

- Terminamos por hoy, ¿vale? Volvamos a la sala y descansa

- No, no. Estoy bien

- Rubén...

- Necesito sacar esto de mi. -interrumpe- He querido tanto olvidar esto, enterrarlo y hacer como si nunca hubiese pasado, pero siempre esta ahí...

- ¿Por qué no buscaste ayuda antes?

- Estaba avergonzado, me aterraba la reacción del resto, mi entorno, mis amigos... ¿Cómo iba a confesar semejante cosa sin ser enjuiciado por ello?

- Entonces no lo denunciaste...

- No. Después de ello no quise nada mas... No quería verlo, no quería juicios, además no sé si habría tenido el valor de reconocerlo... Apenas si me dijo su nombre...

- ¿Cómo intentaste sobrellevarlo?

- Nunca he logrado sobrellevarlo, lo he llevado a cuestas todos estos años y yo... -suspira- a pesar del tiempo aun me siento culpable... Si supieras todo lo que he pasado...

- Cuéntame.

- Digamos que he tomado decisiones erradas de las cuales me arrepiento... -baja la cabeza-

- ¿En que momento optaste por el suicidio?

- Siempre fue una opción. -levanta la vista- Mi vida era un desastre... Lo es, de hecho -ríe irónico-

- ¿Consumiste alguna droga?

- Claramente, me hacían sentir bien, me hacían olvidar...

- ¿Qué clase de drogas?

- Lo ultimó que recuerdo que consumí fue diazepam⁶, un colega me había mencionado que era para la depresión y ansiedad. Me funcionó cuando quise dejar la heroína...

- Benzodiazepinas -susurró para si mismo- ¿y dormías con ello?

- Si, y calmaba mi ansiedad, aunque generé dependencia a ellas.

- Por eso no dormías.

- Básicamente.

- Rubén, lo que me has comentado ahora es muy importante. -le toma del hombro- ¿Te parece si volvemos dentro y descansas un momento?

- Esta bien...

En lo que caminaba por el sendero de cemento de vuelta al hospital Miguel Ángel tomó el hombro de Rubén diciendo:

- Haz sido muy valiente.

- ¿Eso crees? -lo mira-

- Fielmente -sonríe-

Rubén pareció sonreír por un momento, comenzaron a caminar nuevamente hasta dar con el elevador.

Una vez dentro Rubén se aproximó a Miguel Ángel y se apoyó en el hombro de éste, hasta que llegaron a la unidad de psiquiatría. Automáticamente se separaron, siendo Miguel Ángel interceptado por una enfermera en el camino.

- Vale, ve a descansar. Registraré algunas cosas para reajustar tu tratamiento e iré al rato a verte, ¿vale?.

- Si...

- Bien -sonríe-

Rubén siguió su camino a su habitación en lo que Miguel Ángel se dirigía a la oficina con la enfermera. Durante el trayecto a su habitación evitó mirar al resto de gente que había dentro, se sentía consternado, volvió a sentir vergüenza de ser mirado por aquellos ojos satíricos.

Apresuró su paso para entrar a la habitación, encerrándose dentro. Su respiración estaba agitada y el temblor en sus manos volvió. Se sentó en la cama intentando mantener la calma pero era inútil, estaba mortificado por su propia conciencia, constante y sonante de la cual nunca ha podido escapar.

Volvió a ponerse de pie, caminó errático de un lado a otro por la habitación y en un momento de desesperación lanzó un puñetazo iracundo a la ventana, reventando el vidrio, siendo tal el estruendo que todo el mundo se exalto fuera. Acongojados se preguntaban de donde vino aquel estrepitoso estallido, hasta que minutos mas tarde Miguel Ángel tuvo una corazonada, pero ya era tarde. Rubén estaba arrodillado entre cristales, había tomado uno de ellos, el mas grande y lo había empuñando fuertemente en su mano, enterrando las puntas en su palma. Lo había acercado a su brazo y una vez ubicando en su muñeca había hecho un corte longitudinal por sobre las suturas hasta la articulación de su brazo...

- ¡Rubén! -entra alterado- Pero qué...

Rubén levantó su vista a Miguel Ángel, soltando el vidrio ensangrentado sobre el resto de cristales en el suelo.

- No se como ha pasado -corren lagrimas de sus ojos-

- Madre mía... -sale al pasillo- ¡Eugenía ven urgente! -vuelve a entrar y corre donde Rubén, arrodillándose frente a el- Estarás bien, -hace presión en el corte sangrante- ya verás -toma la sabana y la raja haciendo una compresa-

- Yo... -susurra débilmente- no sé que pas...

- No, no hables ahora -hace presión- Solo no cierres los ojos, vale. -lo abraza y le toma la cara- Mírame. -En cosa de segundos el vendaje improvisado que hizo Miguel Ángel se tiño de rojo- Mírame, Rubén -sujetaba su cara con fuerza- Abre los ojos por favor...

Rubén cerró sus ojos ya cansado, su respiración disminuyo rehusándose ya a luchar, por lo que poco a poco dejó de oír el incesante retumbar en sus oídos, la voz de Miguel Ángel se silenció súbitamente en su cabeza, dejándose vencer por los monstruos que se escondían en la oscuridad de su interior.

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benzodiazepinas utilizadas para mitigar los síntomas de la depresión, ansiedad, neurosis y estrés. (pueden llegar a provocar adicción)



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Gente bonita, mis pequeños y fieles lectores:

He de terminar la primera parte aquí debido a que he tenido problemas entre los estudios y la vida personal -donde entra la escritura-, sin mencionar los horarios *putoshorarios*. Pero no desesperéis, en cuanto pueda comenzaré a escribir y subir la segunda parte, ¡esto no se quedará así! >:c *sin mencionar el especial... No me he olvidado de el... Vendrá pronto, paciencia o:*

Por su comprensión, muchas gracias (?) 

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No lloren por mi, yo ya estoy muerta...
Okey no...
  




Monstruos [Rubelangel]Where stories live. Discover now