¿Por qué tu, Dipper?

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Ya era de madrugada cuando Mabel despertó. Recordó que su amigo Soos le había dicho que se fijara si su hermano estaba en su habitación a la madrugada, como le había dicho que lo haría, se levantó de su cama y fue hasta la habitación de su hermano sin hacer ruido.

-¿Por qué tu, Dipper?- murmuró al ver que su hermano no estaba.

"No, no, no, no..." era lo único que pensaba Mabel, "tu no Dipper...tu no...por favor...tu no puedes haber hecho todo eso...". Mabel debía hallar una explicación lógica, su hermano no podría haber cometido todos esos crímenes, esa no era su forma de ser. 

Se dirigió al baño, miro por el ojo de la cerradura, en busca de una luz, que indicara que su hermano estaba adentro, pero nada, la luz estaba apagada. 

Toda la casa estaba a oscuras y silenciosa, su hermano no estaba por ningún lado, ¿acaso su hermano, era capaz de cometer todos esos delitos?, "imposible" ese pensamiento se repetía en la cabeza de Mabel, "mi hermano no puede hacer eso...él...él es tan tranquilo...no, no...imposible", "pero...todos los asesinatos se produjeron a esta hora, y el mágicamente desaparece...y el dinero...joyas...armas...todo eso...él lo tenía...no puede ser...él..." en ese momento Mabel entró en shock, su hermano había cometido los peores asesinatos en la historia del pueblo, todo estaba en frente de ella, pero no lo veía, "¿cómo pude ser tan ciega?". Mabel no hacía más que contradecirse, era verdad que todos los sucesos apuntaban a su hermano como el culpable, pero él era incapaz de cometer semejantes atrocidades. Faltaba una pieza en el rompecabezas, una que pronto descubriría.

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Bipper se dirigía a la casa de los Wilson para cometer su décimo cuarto crimen. 

Llevaba puesto un traje negro, una corbata roja y un elegante sombrero negro. En el bolsillo de su pantalón, un arma, y en el otro, su característica tarjeta con un pino dibujado e ella.

En cuanto llegó a la casa de los Wilson, tocó la puerta, al ver que nadie abría, comenzó a impacientarse, volvió a tocar la puerta. Fue cuestión de segundos para que una mujer preguntara desde adentro.

-¿Quién es?- preguntó la señora desde adentro.

-El vendedor de escobas- mintió Bipper.

-Está bien- la mujer abrió la puerta. Llevaba puesta una bata, con una mano cerraba su bata, mientras que con la otra se refregaba un ojo.

Bipper le sonrió con malicia.La mujer reaccionó, trató de cerrar la puerta, pero ya era demasiado tarde, Bipper ya estaba apuntándole con su pistola dentro de la casa.

-U-Usted no es el vendedor de escobas- tartamudeó la mujer.

-No me diga...- dijo Bipper en un tono sarcástico.

-V-Voy a llamar a la policía...- amenazó la señora Wilson.

-Si usted llama a la policía, esa va a ser su última llamada...¿se entendió?- dijo Bipper amenazante.

-Si, si- dijo atemorizada la mujer mientras asentía.

-¿Dónde está su marido?-

-¡No le diré!-

-Dígame...¡ahora!- gritó Bipper mientras le apuntaba en la cabeza.

-¡No!- dijo decidida.

-Si usted no me dice en donde está su marido...creo que...¿hay que llamarlo, no? ¡que se una a la fiesta!- 

-¿Llamarlo?- preguntó desconcertada la mujer.

Cuando la mujer terminó de decir esto, Bipper le apuntó al suelo, y efectuó un disparo. El estruendo generó que la mujer gritara, alertando a su marido que dormía arriba. El hombre bajó la escalera a toda velocidad, en el pie de la escalera se encontró con la situación más descabellada. Su esposa sentada en el suelo tapándose los oídos, un niño con una pistola, y en el suelo una bala.

-¿¡Qué está pasando aquí!?- preguntó a los gritos Wilson.

-Se te acabó el tiempo Wilson...debiste hacer caso a mis advertencias...- dijo Bipper. Le apuntó con la pistola, y presionó el gatillo.

Wilson calló de espaldas a la escalera con un golpe seco. Su mujer se acercó inmediatamente.

-¿Wilson?...¡Wilson responde!...- la mujer estalló en llanto. Volteó para ver al asesino de su marido -monstruo...-

-¿Usted me dijo a mí monstruo?...a señora...que fatal error...- dijo Bipper.

-¿Fatal?- preguntó la señora.

No hizo falta una respuesta, un segundo disparo salió de la pistola. 

Bipper colocó su característica tarjeta, al lado de los dos cuerpos, también colocó un collar de plata y oro con un dije de diamante.

Tomó el teléfono y marco el número de la policía.

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-¿Hola?- un policía atendió el teléfono.

-Hola- dijo Bipper imitando la voz de otra persona -quiero reportar un asesinato en la calle Lexington al 200-.

-Muy bien señor, necesito que me dé sus datos para poder...- el policía paró de hablar.

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Bipper cortó la llamada, siempre lo hacía, cuando el policía llegaba a la parte de "deme sus datos" cortaba, él era un informante anónimo.

Bipper se dirigió a su casa para que pudiera descansar. 

Cuando llegó a su casa, abrió la puerta despacio para que no lo escucharan, subió las escaleras sin hacer ruido, llegó a su habitación, y allí el cuerpo de Dipper, volvió a ser suyo.


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Actualización!!! :D

Creo que nunca actualicé tan rápido, ayer publiqué uno, y hoy otro...no está mal...

Este capítulo es más para que sepan como cometió Bipper los 14 crímenes...

Siempre que puse el código 618 lo encontraron...pero...en el capítulo anterior, escondí uno...¡y nadie se dio cuenta!...les digo en donde estaba...

"Llegó al hotel cuando faltaban apenas seis (6) minutos para que el reloj marcara las tres y media.

"El asesinato de hoy, ocurrió a la 1 a.m."

"-Creo que es hora de irnos...- dijo Mabel - ya son las ocho (8) de la noche...además, está oscureciendo..."

Las tres diferentes horas forman el 618...lo escondí bien ¿eh?...

Bye-Bye Fallers!! 

Gravity Falls TybayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora