Capítulo #4

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Liam

Parecía un puto flan de tan nervioso que estaba y como si fuera poco Scott se estaba dando cuenta del aroma lleno de nerviosismo que expulsaba y ¿Cómo no? Si parecía garrapata pegada en su espalda, y Joder como me encantaba que utilizará su moto para transportarnos, solo así podía estar tan cerca de él sin parecer loco.

Mis brazos se anclaron a su torso aún más y pude oler su perfume combinado con su esencia natural,solo eso de él me hacía perder la cabeza ni hablar de cuando veía su redondo trasero cuando entrenaba en el campo de lacrosse o cuando tenía que verlo a los ojos y no decirle lo mucho que me ponía.

Para ahí Liam,no te excites.

Bien, solo faltaban unas calles para llegar al Hospital, se suponía que nos la pasáramos encerrados en su casa viendo películas hasta tarde pero el gran alfa había olvidado llevarle la cena a su madre al hospital pues doblaria turno. No me molestaba, Melissa siempre fue muy buena conmigo cuando me atendió en el hospital esa vez que Scott me hizo un esguince en el pie y cada vez que visitaba su casa me recibía como si fuera prácticamente Stiles, porque ese niño se la vivía ahí.

-Llegamos Liam - su voz me hizo dar un salto sobre mi trasero.

-Oh si- baje de la moto en un salto sosteniendo con cuidado el plato de comida que Scott compró.

Al entrar Melissa nos dio la bienvenida con esa sonrisa sincera que el castaño había ederado. Tan hermosa y sincera que era inevitable no devolverla haciendo juego con sus ójitos café y...

-Hola Liam,que bueno que te quedes con mi hijo por las noches,odio que se quede solito en casa- Melissa hablo con suavidad recibiendo la comida de las manos de Scott.

-Mamá por favor, soy un hombre-lobo- susurro con vergüenza el castaño.

-No me importa si eres un Dios inmortal,eres mi hijo y me preocupas Scotty - la mujer le vio con desaprobación pero sin quitar la dulzura en sus palabras - Bueno es mejor que se vayan a casa - dijo apresurada mientras veía a la camilla que entraba con rapidez por la puerta principal.

Nos despedimos con un movimiento casi imperceptible y nos dirigimos a el estacionamiento.

Es ahora o nunca.

-¿Scott?- mi voz salió más temblorosa de lo que esperaba.

-¿Si, que sucede?- su cuerpo se volteo hacia mí justo antes de subir a su moto.

-Me gustaría...- tome aire intentando no iperventilar.

-¿Qué cosa Liam?- su voz fue suave esa que tanto me gustaba y deseaba escuchar el resto de mi vida,pude ver como se debatía entre sí acercarse o no hacerlo.

-Quiero tú opinión - eso logró desconcertarlo, sonreí timido.

-¿Sobre qué?- no llegue a terminar de escuchar su pregunta cuando me lance a sus labios,tan suaves,tan dulces,tan Scott.

Sus brazos me envolvieron segundos después al principio con duda y lento,enroscados en mi cintura apretandome con deseo hacia su cuerpo. Sus dientes mordieron mi labio inferior causando una gemido más agudo del que me gustaría reconocer pero eso pareció una bienvenida a su lengua. Todo parecía perfecto hasta que la voz de una viejecilla insolente grito algo de conseguirnos una habitación - no era mala idea-.

El castaño se separo como si tuviera lepra o algo así, y pude sentir algo feo en el pecho. El silencio perduró por algunos minutos que parecieron eternidades y sabía que no encontraba las palabras más suaves de rechazarme, porque así era Scott.

-Yo...no...disculpa Scott - mi estúpida voz se entrecorto al final y podía sentir mis ojos picar. Yo era un verdadero tonto.

Scott

La estupefacción seguía plasmado en mi cuerpo,maldita sea me acababa de besar el chico más jodidamente caliente de el instituto. El sonrojo no desaparecía ¿desde cuando las viejitas dicen esas cosas? No podía hablar con Liam sin parecer un irremediable tonto.

Unos sollozos pequeñitos me hiceron raccionar.

-Yo...no...disculpa Scott- ¡Jodido idiota Scott haces llorar al niño!.

-Hey hey cariño- lo abrace despacito para no asustarlo- Yo creo que tienes las besos más deliciosos y exitantes del mundo-

-¿Uh?- el oji-azul ladeo la cebeza como un perrito confundido.

-Mi opinión es esa - aclaré, y como si hubiera hecho un hechizo sus mejillas se volvieron de diez tonalidades de rojo- pero si me dieras a probar de nuevo te daría una descripción más explícita- sonrió asintiendo.

Me incliné para tomar sus labios que me recibieron con gusto entreabiertos sólo para mí, podía sentir sus necesidad por mi a través del beso, en como se alzaba en puntitas de pie para profundizar, en el tercer intento que me aleje gruño en protesta.

-Scott - jadeo. Sus manos en mi cuello, las mías a su alrededor envolviéndolo por completo.

-¿Si mi bebé?-junte nuestras frentes mientras recibíamos el aire que nos había quitado ese beso.

-Vamos a tu casa-

La Nueva Banshee-SterekTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang