Luchando contra la corriente [Draco Malfoy]

Veintiséis

—Isa, ¿estás bien? —escuché la voz de Hermione.

Sequé un poco mis lágrimas y asomé mi cabeza por un hueco de las sábanas.

—Sí —respondí en un hilo de voz.

—¿Estás segura?

—Sí —repetí.

—Vamos Isa, sabes que puedes confiar en mi —Hermione me miró con mucha compresión y se sentó en el borde de mi cama.

—¿Por qué tiene que ser tan complicado?

—¿Lo dices por... —bajo un poco la voz—... lo tuyo con Draco?

—El amor no debería ser así...

—Si estamos hablando de Malfoy, ¿no? —Hermione estaba algo confundida, pero decidí ignorarla y continúe desahogándome.

—Debería ser más simple... digo, si te gusta alguien solo deberías estar con esa persona y ya.

—Sí, hablas de Malfoy —terminó corroborando sus dudas—. Isa lo único que te puedo decir, independientemente de que Malfoy no tenga mi aprobación, es que... si el amor fuera tan sencillo todo sería aburrido y obsoleto. Los obstáculos que la vida te pone en una carrera, es lo que te impulsa a llegar a la meta. 

Golpeé suavemente la almohada contra mi cara. Hermione no podía tener más razón (como siempre). Pero eso no impedía que esos sentimientos de rabia y de tristeza se fueran de mí ser.

Acaso, ¿me había enamorado de Draco Malfoy?

Luego de una larga charla con mi amiga, caí en un largo sueño profundo.

Al día siguiente decidí no ir a las primeras horas de clases, definitivamente no tenía ánimos.

Me tomé una pastilla para la fiebre que me había dado George, y en cuestión de segundos un ardor se apoderó de mi frente, el efecto duraba pocos segundos pero alcanzó a convencer a la profesora McGonagall.

A la hora del almuerzo decidí levantarme y salir de la sala común. Para mi sorpresa me encontré con un Slytherin... pero no, no era Draco.

—¿Qué haces acá? —pregunté sin más.

—Vaya, hola para ti también —río levemente ante su "broma".

—Lo siento Theodore, es que no es muy usual verte por la torre de Gryffindor...

—Lo sé —sonrío de oreja a oreja, dejando a la vista su perfecta dentadura—. Pero tenemos una salida pendiente, ¿o me dirás que se te olvido?

Sí...

—Claro que no —mentí.

—Entonces... ¿nos vamos?

Asentí levemente y nos fuimos camino a Hogsmeade.

Sinceramente la "salida" fue un verdadero fiasco. Theodore no hacía otra cosa que hablar de su perfecta vida, de sus perfectas aventuras, de sus perfectas conquistas de mujeres y de él, básicamente. Yo me dedicaba solamente asentir con la cabeza, sonreír y soltar una leve carcajada de vez en cuando. Draco Malfoy no era nada de engreído ni superficial en comparación con Theodore...

Draco...

¿Por qué si estaba en una "cita" con otro chico Draco veía a mi cabeza y a mis pensamientos a cada segundo?