Capítulo 23

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Harry

Las luces comienzan a encenderse y todo toma color. Cientos de ojos me observan expectantes, algunos otros tan sólo miran sus copas. El silencio debe ser reemplazado por mi música, así que comienzo a deslizar mis dedos por las cuerdas de la guitarra. Lo busco con la mirada y no me lleva mucho tiempo encontrarlo. Sentado, sonriendo y con su beanie gris, me mira con admiración.

Estos últimos días yo creí que estaba plenamente feliz, pero ahora me doy cuenta que me faltaba estar sobre el escenario para estar completo. Mi voz sale en el momento debido y el silencio se hace aún más presente. Todos me miran con calidez en sus facciones. Cierro los ojos y doy todo de mí, pronunciando aquellas frases que reflejan momentos de mi vida. Es una balada que habla sobre el amor que perdiste, pero luego te das cuenta que en realidad jamás lo habías tenido. Y entonces pienso que debería escribir una canción nueva, una que hable de él.

Cuando estoy llegando al final de la canción, miro a Louis y la canto hacia él. Quiero que sepa que para mí no existe nadie más en esta habitación. Mi guitarra deja de sonar y todos me aplauden, incitando a comenzar con el siguiente tema. Una canción más alegre y movida, que habla sobre memorias de medianoche, escrita cuando aún estudiaba en la universidad y acudía a fiestas casi todos los fines de semana. El público mueve sus cabezas al compás de la melodía. Niall y Louis aplauden divertidos, mientras que Liam toma una cerveza con una mano y con la otra da palmadas sobre su pierna.

De pronto, mi voz se corta. Un ardor mezclado con cosquilleo molesta en mi garganta y me impide terminar la canción. Me alejo del micrófono y toso, intentando calmar la molestia. Odio cuando me pasa esto, no es la primera vez y es realmente incómodo, pero usualmente me pasaba mientras me daba una ducha cantando, no frente a muchas personas. Los espectadores aplauden dando ánimo y yo río nervioso, poniendo mi guitarra verticalmente entre mis piernas. Me acerco al micrófono y hablo.

—Perdón, estoy un poco mal de la garganta. Haré un tema más tranquilo.

La gente reacciona bien y aplauden. Estoy contento de que no me haya tocado alguien estúpido que me tire tomates, como hacen en las películas. La molestia desaparece y me encuentro interpretando la última canción de la noche. Luego de aplausos y muchos gritos por parte de algunas mujeres, me retiro del escenario sonriente y conforme. Me siento algo culpable por no haber logrado terminar una canción, pero son cosas que le puede pasar a cualquier cantante novato.

Me acerco a la barra y Louis me mira preocupado, pero al sonreírle su mirada se suaviza. Tomo un paso hacia él y me agacho dándole un corto beso en sus labios. De reojo veo como dos chicas, que no tienen más de veinte años, se tapan la boca con asombro y desaparecen rápido. Si chicas, soy gay, vaya sorpresa.

—¿Estás bien amor?— pregunta Louis tomando mi cara entre sus manos, inspeccionandome.

—Si bebé, no te preocupes. Muchas veces me quedo sin voz, quédate tranquilo— vuelvo a darle un corto beso en sus labios y tomo asiento en la silla alta que hay a su lado. Louis queda muy pequeño en su silla y levanta su cabeza para mirarme. Acaricio su pelo y entre risas toma mi mano y la aleja, ubicándola en mi pierna.

Niall ubica una cerveza frente a mí y acepto gustoso, dando un largo trago. Liam dice que le encantó la canción movida y que fue una lástima que no la haya podido terminar, pero que la próxima vez espera escucharla entera. Entre risas y anécdotas, la noche transcurre muy divertida. Louis a mi lado toma cervezas sin parar y pienso que si se parara, le bajaría el alcohol y estaría muy borracho. Aunque sus ojos brillantes y sus mejillas coloradas reflejan que está lo suficientemente ebrio como para no seguir tomando.

Keep me safely | Larry Stylinson Where stories live. Discover now