+tres.

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Dos de la mañana, y el sonido de las sirenas del psiquiátrico rompían el silencio de la noche.

Todo era un caos, policías y personales con batas blancas corrían de un lado a otro, buscando al paciente que se escapó de su celda acolchonada.

"—¿¡Cómo pudo escapar de esa prisión?!" era la pregunta que recorría la mente del policía.

Digamos que, no fue el único en salir de ese lugar. Ambos castaños habían huido de ese lugar, eran libres. Lo que no es una buena idea.

Dos dementes, astutos sueltos, libres por donde sea, no es una gran señal. Para nadie.

Dipper y Marco corrían tanto como sus piernas se los permitían. De vez en cuando, soltaban risas desquiciadas al sentir el frío de la cera contra sus pies.

Ciertas personas, que caminaban ya sea por ir a una fiesta, o simplemente por el placer de ver las calles desiertas de la ciudad, se apartaban de ellos, ya sea por el miedo, o la mala confianza que los fugados emanaban de sí.

Dipper respiró el aire de Piedmont, sin borrar la amplia sonrisa de su rostro.

—¡Ah! ¡La libertad! —extendió sus brazos. —La extrañaba.

Marco miró con confusión a su acompañante.

—¿Hablas en serio? Estuviste una semana ¡Una puta semana! —habló. —¡Yo he estado tres jodidos meses en esas paredes blancas!

Dipper rió desquiciadamente.

—Y gracias a mí, esa condena se terminó. —Dipper puso su dedo en la naríz del latino. Marco frunció el ceño y alejó al chico de él.

—Si, muchas gracias. —habló con ironía, Dipper sonrió.

Los chicos no tenían destino fijo, sólo eran dos personas, fugadas del Centro de Rehabilitación Psicológica.

Encerrados, por su inestabilidad.

me siento plageada.

capitulo corto, sorry not sorry.

~dxppergirl.

unstable. ❝dipbill❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora